24-11-2024 12:27:58 AM

Los nuevos buitres de la pandemia

Por Valentín Varillas

No hace mucho, en este espacio, tocamos el tema de quienes han lucrado de una manera salvaje con la pandemia.

Tiendas departamentales, de conveniencia, supermercados, que unilateral e injustificadamente, incrementaron el precio de productos básicos, aprovechando la alta demanda que se desató a partir del confinamiento.

Además, tomando como pretexto el entorno económico complicado que se generó a partir de esta “nueva realidad”, dejaron de cumplir con sus compromisos con sus proveedores y arrendatarios.

Ellos, que en los primeros meses de la cuarentena, rompieron todos sus récords de ventas y utilidades.

A la par, miles de micro-empresarios, propietarios de pequeños negocios, profesionistas independientes y quienes han tenido que recurrir a la economía informal como medio de vida, hacen circo maroma y teatro para no morir de hambre.

Terrible.

Sin embargo, todo lo anterior palidece ante los nuevos buitres de la pandemia, que son mucho peores que los anteriores.

Se trata de quienes cometen todo tipo de abusos con la venta y distribución de oxígeno, un producto que significa la diferencia entre la vida y la muerte para los enfermos por Covid.

Y hemos visto de todo.

Desde los exhorbitantes sobreprecios, hasta el asalto a mano armada de camiones distribuidores de las empresas establecidas.

Además de la retención intencional de tanques, para facilitar la acaparación y el consecuente aumento en los precios, se ha detonado un preocupante mercado negro vía internet, en donde se subastan a precios de oro estos artículos, hoy de primerísima necesidad.

Hasta cilindros rellenos de helio  han vendido estos pillos.

Hacen oídos sordos a las súplicas y a la desesperación de los familiares de los contagiados que dedican días enteros y auténticas fortunas, con tal de evitar la muerte de sus seres queridos.

Sí, la pandemia también ha sacado lo peor de nosotros como sociedad.

En el caso de los supermercados y tiendas, la Profeco tomó cartas en el asunto, casi de inmediato y procedió a aplicar las sanciones correspondientes.

Mucho más difícil será el combatir con eficiencia lo que sucede con el oxígeno.

La logística de operación es mucho más elaborada por el uso del internet y las redes sociales.

Y lo peor, ya hay grupos relacionados con la delincuencia organizada buscando quedarse con el control absoluto del mercado negro de oxígeno en el país.

 Los buitres de la pandemia lucran hasta la saciedad, sin importarles nada, cuando, en un mundo ideal, deberían de estar cerrando filas por el bien de la nación. 

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