Ante la oleada de ingeniosas –por decir lo menos- estrategias propagandísticas a las que están recurriendo los aspirantes a las candidaturas a Alcaldías o Gubernatura para promover su imagen y alcanzar el mentado “posicionamiento” entre la opinión pública, ahí les va lo siguiente.
En primer lugar, es palpable la supina ignorancia que existe acerca de los alcances reales de las disposiciones legales vigentes que expresamente prohíben actos o publicidad anticipados de precandidatos. Entiendo que muchos de nosotros, ciudadanos comunes y corrientes, no conozcamos bien los vericuetos de las leyes electorales locales o federales… lo que nos coloca en una ignorancia no culpable. Pero que sean los propios políticos y miembros de los partidos los que desconozcan las normas y con el mayor desparpajo las estén violando, sí que es preocupante. Una ignorancia culpable manifiesta, pues.
Pero lo más interesante de todo esto –y que va a preocupar a más de uno- es que muchas de las geniales estrategias para publicitarse anticipadamente de varios de los precandidatos… sí pueden ser denunciadas y castigadas en su momento. Solo hay que saber cómo y cuándo…
Pues que me pongo a investigar (aclaro que no soy Abogado). Y resulta que, efectivamente, la autoridad no puede sancionar a nadie si no existe una denuncia de por medio. Esto nos puede parecer negativo, pero así es la ley. Si no nos gusta pues hay que pedirle a los Diputados que la cambien. Aunque esa es otra discusión.
Pero volviendo al tema original: Lo que están haciendo varios adelantados sí viola la ley. Pero por el momento, lo que se viola es la propia Constitución Política Mexicana. ¿Por qué? Pues porque en ella se consagra (al menos en sus artículos 41 y 116) que en todo proceso electoral deben estar garantizados dos aspectos: Equidad e Igualdad de los participantes. Y si algún aspirante a una candidatura se promueve anticipadamente está atentando contra ese par de principios. Punto.
De esta manera, si algún avezado jurista documenta y argumenta correctamente una denuncia en la que se compruebe que se violan esos principios… sí puede proceder la investigación por parte de la autoridad electoral, que a su vez lo turnará al Tribunal electoral correspondiente (primero estatal y probablemente después el Federal). Y aquí viene el detalle fino:
En el momento actual no hay ni campaña ni precampaña, por lo tanto el asunto no podría proceder en su denuncia. Pero… si se levanta una vez iniciado el proceso, o bien cuando se registren los candidatos oficialmente… claro que será válida, documentando todos los antecedentes en los que se compruebe que aquellos actos publicitarios anticipados sí violaron la igualdad y equidad pues un personaje se dio a conocer en forma adelantada y con ellos les “sacó ventaja” con alevosía a los otros que no lo hicieron.
¡Ooooops! En otras palabras… De que se puede, se puede entablar un proceso contra los ansiosos adelantados… y la sanción puede llegar hasta la anulación de una candidatura, o en su caso, la anulación de un triunfo electoral.
¿Casos? Claro que los hay. En el Estado de Querétaro, en la Sala Electoral del Tribunal Superior de Justicia, hace un año exactamente (octubre de 2008), le tumbaron la candidatura al panista Armando Alejandro Rivera Castillejos por haberse hecho el chistosito poniendo ESPECTACULARES con su foto y su familia, en los que efectivamente no pedía el voto ni nada por el estilo, sino que “felicitaba” a los queretanos; pero los Magistrados concluyeron que sí violaba los principios de equidad e igualdad al realizar evidentemente un acto para posicionar su imagen y aventajar a sus competidores.
Así que ya está hasta el “machote” para el que lo quiera ver. Con gusto se los paso.
Solo hay que ponerse a investigar tantito y esperar que algún inteligente haga su trabajo. En serio, más de uno podría perder su candidatura (si es que la obtuviera) por haber caído inocentemente en la impaciencia. ¿Se imagina el escándalo?
“No hagas cosas malas que parezcan buenas…”, decía mi abue.
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