Por Alejandro Mondragón
Siguen los feminicidios en Puebla, aún después de que las reformas legales, aplicación de protocolos de protección, alerta de género y detención de los implicados en los asesinatos.
Y todavía existen mujeres desaparecidas, mientras las que aparecen lo hacen muertas con saña.
¿Qué pasa, entonces?
¿Por qué se siguen saliendo con la suya los feminicidas?
Quizá no estaría de más empezar a voltear los ojos en la primera ventanilla de atención de la mujer que es hostigada, amenazada y acosada.
Sí, la Fiscalía General de Puebla.
¿Por qué?
Continúa la re victimización de las mujeres. La pinche burocracia que pone trabas en las denuncias. La que se niega a recibir las acusaciones porque tienen errores y piden que vuelvan mañana, como si eso fuera posible para muchas.
En ese camino ocurren las desgracias. La mujer queda en estado de indefensión. Ya no acude a la Fiscalía, después de haber estado el día anterior más de seis horas para que no acepten su denuncia.
El fiscal Gilberto Higuera dirá que no, pero lo cierto es que desde su propia oficina se niega la atención, se desdeña, burocratiza y re victimiza.
Es cierto que hoy se detienen más feminicidas, pero el problema de fondo no es ese. Se trata de que no haya feminicidios. Es decir, voltear los ojos hacia la víctima y no esperar castigar al victimario que bien se lo merece, pero se requiere ir al origen.
Ahí radica la falla estructural. Si no se cambia la burocracia de la Fiscalía, entonces de nada servirán los esfuerzo de gobierno.
Luis Miguel Barbosa ha hecho en su primer año de gobierno lo que nunca hicieron sus antecesores que fue desmantelar en serio a las bandas delictivas. No cuida el costo político. Se nota una acción de Estado.
Está claro que no hizo lo que otros gobernadores: pactar con los delincuentes la pax poblana. Los ha atacado de frente, pero en un tema sensible como los feminicidios, lo que falla es la primera ventanilla de atención a las víctimas.
Lo demás son consecuencias de esta acción: Puebla, cuarto lugar en muertes violentas de mujeres.