Por Alejandro Mondragón
Fue el hombre del dinero de la familia Moreno Valle Rosas. Desde el sexenio de Melquiades Morales Flores fue incorporado al poderoso Grupo Finanzas.
Se volvió intocable. Tovilla como se le conocía en el círculo más cercano del morenovallismo supo y conoce los entretelones de la ruta del dinero.
A muy pocos confiaba el entonces gobernador su ingresos. Aquí estaba Eduardo Tovilla Lara, quien del área de presupuesto en Finanzas con Melquiades Morales pasó a subsecretario de todo el sexenio de Moreno Valle.
Y luego, se lo dejó a Antonio Gali en su interinato por unos meses para que se mantuvieran los flujos de la operación política de Rafael.
Antes de concluir la gestión galista, Tovilla dejó la posición para aparecer en el manejo de los recursos de Martha Érika Alonso para su campaña.
Una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación falló a favor de la panista para la gubernatura, entonces fue nombrado secretario de Finanzas de la esposa de Moreno Valle.
En la ruta del poder morenovallista, Tovilla Lara fue el único personaje intocable, del que jamás dudó y, por el contrario, confió el manejo de las finanzas secretas, privadas, familias y públicas.
A todos los integrantes del Grupo siempre los movió, quitó o incluso corrió, pero a Tovilla jamás. Era su absoluta confianza.
Tan es así que fue el de la negociación en la devolución de recursos que marinistas supuestamente se habían llevado para que el morenovallismo los perdonara.
Por eso, la investigación que anunció la Auditoría Superior del Estado en su contra representa un tiro de precisión contra el hombre del dinero del morenovallismo.
Si alguien supo cómo, dónde, cuándo, a quién, por qué, para qué y cuánto es precisamente Eduardo Tovilla.