Se llama Víctor Mayoral.
Hasta hoy se desempeña como Director de Comunicación Social del ayuntamiento de San Andrés Cholula.
Y escribo hasta hoy, porque todo parece indicar que, una vez que termine este 2009 se unirá a las filas de los detractores de David Cuautli, el presidente municipal que hoy es sinónimo de corrupción, extorsión y chantaje.
De acuerdo con una nota de Patricia Nolasco, publicada por el portal de internet Imagen Poblana, Mayoral reconoce no sólo la veracidad de las notas periodísticas que sobre las corruptelas de su jefe se han dado a conocer en diversos medios de comunicación, sino que además, se asume incapaz de idear y operar una estrategia efectiva que pudiera contrarrestar la mala imagen generalizada que tiene hoy el edil.
De ahí su decisión de renunciar al cargo, una vez cobrado su correspondiente aguinaldo, bajo el argumento de “no poner en riesgo mi futuro político por tres años de sueldo”.
Así como lo lee.
Si la salida de Mayoral del ayuntamiento de San Andrés se concreta, se trata ni más ni menos que el estrepitoso derrumbe de la estrategia de justificación que desde hace más de un año han ensayado los defensores acérrimos de Cuautli.
A pesar de la comprobación documental de las irregularidades y de que los órganos de control interno del Congreso del estado tienen en su poder un expediente de más de 500 fojas en donde se detallan con precisión de cirujano todas las corruptelas que se han llevado a cabo en la actual administración, los alcahuetes del alcalde siguen justificando sus acciones con términos tan ambiguos como “persecución política”, “asuntos mediáticos” y demás.
¿Qué argumentos utilizarán ahora cuando el propio Director de Comunicación Social habla de que su “prestigio” y su “futuro político” están en riesgo por el simple hecho de pertenecer al gobierno de David Cuautli?
¿Continuará la ceguera?
Por cierto, de concretarse el escenario, Mayoral se sumaría a una larga lista de funcionarios de primer nivel que optaron por bajarse del barco del gobierno de San Andrés, antes de que este naufrague irremediablemente en un mar de corrupción.
Primero, Fernando Zulbarán, como Secretario de Desarrollo Urbano, quien renunció harto de que el pago de mordidas y la extorsión fueran las únicas monedas de cambio válidas para el avance de trámites y la entrega de permisos.
A la fecha han renunciado: Eduardo Tovilla como titular de Tesorería; Jorge Gutiérrez en Desarrollo Social; Rafael Forcelledo a Gobernación; Paúl Hernández a Contraloría; Iván Torres a la Dirección de Seguridad Pública; Adriana Ochoa a la coordinación de la Secretaría de Gobernación y sus secretarios particulares, Lorena Herrejón e Israel Pérez Neri.
Hace unos días, la mitad del Cabildo de San Andrés Cholula solicitó al Órgano de Fiscalización Superior que audite a las direcciones de Seguridad Pública y Vialidad, Giros Comerciales y Contraloría, ante las reiteradas quejas por cobros indebidos, abuso de autoridad y corrupción de los que ha hecho caso omiso el edil.
En este contexto, los regidores panistas, Celia María Rivera Zárate, de Gobernación; Armando Coyopotl Ecatl, de Patrimonio y Hacienda, así como José Sergio Toxtle Cuamani, de Salud y Asistencia Pública.
La misiva también fue firmada por los regidores de oposición Jorge Juárez Gregorio, de Grupos Vulnerables y Equidad de Género, así como por José Luis Marcos Durán, de Turismo.
¿Cómo la ve?
¿Guerra mediática o corrupción comprobada?
Juzgue usted.
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