Se “demostró” que su llegada a la Comisión de Acceso a la Información Pública fue ilegal.
Se “comprobó” que al mismo tiempo en el que aspiró a la posición se desempeñaba como Secretario General de la Agrupación Política Nacional Plataforma 4.
El Tribunal Federal Electoral emitió una resolución en donde “aseguraba” que intentó manipular el libro de registros de asociaciones políticas del Instituto Federal Electoral.
Con estos antecedentes, el Congreso local procedió a “oficializar” su destitución en el pleno a principios de este 2009.
Hace unos días, el Tribunal Colegiado le “negó” un amparo en contra de la decisión tomada por el legislativo poblano.
Sedecap “amenaza” con tomar cartas en el asunto y Finanzas “promete” que los jugosos cheques quincenales a su nombre dejarán de emitirse.
¿Y?
Que bueno, al final, no pasa nada.
La cascada de entrecomillados se justifica porque, a pesar de que todas y cada de las acciones arriba mencionadas, a pesar de haber sido tomada por diferentes instancias involucradas en el caso y de que por lo tanto tienen un valor jurídico y legal importante, no han servido para hacer efectiva la tan cacareada destitución.
Juárez Acevedo sigue ahí, tranquilo y sobre todo, cobrando su salario íntegro.
Era lógico que así fuera, a pesar de las versiones que aseguraban que se marcharía con la cola entre las patas.
Sí, como no.
Desde el inicio del escándalo por su probada duplicidad de funciones, Antonio dejó bien claro que llevaría a cabo una defensa legal y mediática para poner en ridículo al congreso local y a sus asesores jurídicos, quienes operaron su destitución.
El pasado 22 de enero, en este espacio, publiqué las siguientes líneas sobre el tema:
“La destitución de Antonio Juárez Acevedo de la CAIP parece ya inminente”
“Esta medida no sorprende en lo más mínimo, sin embargo, en los hechos será el banderazo de inicio de una disputa legal de pronóstico reservado”.
“Y es que, lejos de lo que pudiera pensarse, el todavía Comisionado de Acceso a la Información Pública no tiene madera de mártir y hará todo lo posible por exhibir a los diputados poblanos en la arena jurídica”.
“No cabe duda, va por todo y como auténtico Kamikaze, está dispuesto a romper con sus padrinos políticos y a enfrentar a quien sea con tal de demostrar que el proceso de destitución seguido en su contra estuvo plagado de irregularidades legales y a manera de lo posible, limpiar su nombre e imagen”.
“Para ello, ya prepara desde hace meses una estrategia de defensa que él mismo ha diseñado”.
“El objetivo principal es demostrar la supuesta ilegalidad de su destitución, pero a la par, se busca dilatar al máximo el proceso, aprovechando nuestra lenta y poca expedita justicia mexicana, para permanecer como Comisionado, si es posible hasta el término de su período, es decir, por los próximos dos años”.
“De esta manera, Juárez Acevedo lograría una victoria real, más allá de su unánime destitución al haberse mantenido en el cargo la totalidad del tiempo previsto por la ley”.
“¿Se imagina el escenario?”
¿Se imagina las consecuencias en términos de imagen para los diputados locales?
“Y es que, en pleno escándalo por el descubrimiento de la duplicidad de funciones del entonces presidente de la CAIP, los legisladores justificaron hasta la saciedad su lentitud y opacidad en el caso en términos de llevar a cabo un proceso de destitución legalmente pulcro y sin posibilidad de errores que pudieran ocasionar un revés jurídico que pondría en ridículo a la actual legislatura”.
“Pues el momento ha llegado el tema está lejos de agotarse y la disputa ahora, más allá del plano, mediático se dará ahora en los tribunales correspondencia”.
“El profesionalismo, la capacidad y el talento de los directamente involucrados están en juego”.
Lo arriba mencionado se ha cumplido a cabalidad.
Juárez Acevedo ha hecho todo lo anterior y ahora se prepara ya para llevar su caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En este contexto ¿quiénes han sido hasta el momento los ganadores y los perdedores en esta película…Papá?
Juzgue usted.
latempestad@statuspuebla.com.mx