Por Alejandro Mondragón
Vaya exhibición de miseria empieza a dejar la pandemia del coronavirus en el país. Puebla, jamás será la excepción. Siempre en los grandes eventos.
En un call center de Telcel, localizado en Plaza América, corrieron al 60 por ciento de los empleados sin explicación alguna. Eran 500 personas.
Y quienes se quedaron a laborar (200) lo hacen sin medidas sanitarias suficientes. Hacinados en escritorios y baños insalubres.
Prometieron darles la opción del trabajo en casa, pero la empresa del señor Slim, Telcel, no autorizó nada.
Igual anda el personal de Agua de Puebla. Lo importante son las ganancias para que no sufra uno de los hombres más ricos de México: Carlos Hank Rohn, según Forbes.
Peeeeeeero no sólo esta situación se registra en el ámbito empresarial poblano.
Ahí están los líderes opositores que todos los días apuestan al fracaso de los gobiernos de la 4T, sin darse cuenta que en este barco vamos tooooodos los poblanos, quienes también votamos.
El PAN se ha montado en una campaña de descalificación, como si en el 2020 fuera el año electoral del 2021.
Lejos de instar a los gobiernos municipales panistas a delinear políticas para los pobladores se queden en casa, tomen medidas de seguridad sanitaria y otorguen beneficios en especie (despensas, cubre bocas y condonaciones de impuestos y derechos) no, el panismo poblano exhibe lo peor de sí.
Todo es montarse en amarrar navajas entre autoridades de Morena en Puebla y censurar insuficiencias. Eso resulta taaaaan fácil.
El bien común panista también falleció con el helicopterazo de diciembre del 2018.
