Por Jesús Manuel Hernández
Se veía venir, varios medios internacionales habían registrado las denuncias contra Genaro García Luna desde cuando Joaquín Guzmán fue trasladado a Estados Unidos.
Las investigaciones no fueron detenidas, apenas el 4 de diciembre la División Criminal del Distrito de Nueva York emitió los cargos.
La consecuencia, Genaro García Luna, el otrora poderoso responsable de la seguridad mexicana, tendrá que rendir cuentas por haber recibido millones de dólares del Cártel de Sinaloa.
Y Puebla, como dice Alejandro Mondragón, siempre está en los “grandes eventos”.
He aquí que García Luna estrechó lazos con el gobierno de Rafael Moreno Valle quien el 1º de abril de 2013 designó, por recomendación de García Luna a Facundo Rosas Rosas como responsable de la Seguridad en el Estado de Puebla.
Dirigentes de organizaciones defensoras de Derechos Humanos criticaron la designación, aparecieron investigaciones sobre su relación con el caso Ayotzinapan, Martí, “La Barbie” y otros.
Por si fuera poco, nunca fueron revelados los resultados de los exámenes de confianza para ocupar el cargo, en cambio se clasificaron por 12 años a partir de 2007.
Las visitas de Genaro García Luna a Puebla se incrementaron, tanto el gobernador en turno como Facundo Rosas sostenían constantes reuniones.
Fue el tiempo cuando creció el robo de combustible, en consecuencia, Puebla fue declarada la capital del huachicol.
Ahora, con la detención de García Luna en Estados Unidos, habrá que desempolvar archivos, quizá la relación del narco con García Luna también pase por Puebla, y por Facundo Rosas, y en una de esas se abran otras líneas de investigaciones de los sucesos que están a punto de cumplir un año el 24 de diciembre.
O por lo menos, así me lo parece.
