Por Valentín Varillas
Durísima la columna de Carlos Urzúa, publicada hace unos días por El Universal, en donde destroza el más reciente libro del presidente López Obrador: “Hacia una economía moral”.
La crítica va de la forma al fondo.
De entrada, lo califica como un “manifiesto político”, y no un libro de economía, como el título sugiere.
Según Urzúa, se trata de “uno más”, de los muchos que ha ensayado en su carrera política el hoy jefe del ejecutivo federal.
En el cuestionamiento de fondo, el columnista asegura que el volumen escrito por AMLO, no debe siquiera llamarse un libro de economía.
Plantea que se trata de una simple recolección de datos “sociodemográficos”, no económicos, expuestos de manera dispersa y que en la parte de la “moral”, se basa únicamente en algunos puntos de aquella famosa cartilla moral de Alfonso Reyes, la que ha sido tomada como el código de “ética” fundamental para los gobiernos de la 4T.
En los párrafos siguientes, echa por tierra algunas tesis del libro, contrastando cifras, situaciones, realidad y pronósticos y concluye que se trata “en el fondo, de una versión corregida y aumentada del manifiesto político que el presidente López Obrador logró que aprobara la Cámara de Diputados como Plan Nacional de Desarrollo”.
Estas líneas no llamarían tanto la atención, si no hubieran sido escritas por quien, por un período de siete meses, fue Secretario de Hacienda del gobierno federal.
Este hecho, simplemente, le dan una dimensión completamente distinta a lo publicado.
Y es que, la lógica más básica supondría que, para aceptar el cargo que López Obrador le ofreció en el servicio público federal, Carlos Urzúa tendría que haber estado de acuerdo con el modelo económico propuesto por el hoy presidente.
Un modelo económico que no nació ayer y que no fue modificado de manera radical en los 5 meses que han transcurrido desde su renuncia a la SHCP.
El mismo que tuvo que implementar en el breve tiempo que este personaje despachó al frente de la secretaría.
¿Qué pasó?
¿No conocía la visión que tenía Andrés Manuel de lo que debe ser la economía?
¿Nadie le dijo?
¿No investigó?
¿Lo engañaron?
O simplemente tuvo una epifanía a partir de su salida de la burocracia dorada, una revelación divina que lo sacó del error y lo obligó a darle un giro radical a sus creencias y forma de pensar.
Huele a ardor, mucho ardor.
Más cambios en Infraestructura
Con Juan Daniel Gámez Murillo en la Secretaría de Infraestructura, llegaría como subsecretario de la dependencia el actual director del Consejo Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla , Mario Miguel Carrillo Cubillas.
Es sobrino de Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y uno de los personajes de mayor influencia y poder, tanto en el círculo del presidente, como al interior del Movimiento de Regeneración Nacional.
Feliz coincidencia para ellos: el reciente crecimiento político familiar.