Esta semana levantamos una encuesta, en el Buró de Estrategias y Análisis del Poder, S. C., sobre uno de los temas que están discutiéndose ahora mismo dentro del debate nacional: La presunta privatización de PEMEX y cómo ven los poblanos la postura que ha adoptado el ex candidato Presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Con la metodología acostumbrada (95 % de nivel de confianza y un margen de error muestral de 4.3 puntos, área municipal y zonas conurbadas, entrevistas cara a cara en vía pública, a una muestra que representa a todos los grupos sociales), quisimos saber la opinión de los ciudadanos capitalinos con respecto a uno de los temas más referidos por la prensa en los últimos días.
La primera pregunta que hicimos fue: “¿Usted está a favor o en contra de la privatización de PEMEX?” y las respuestas se ordenaron de la siguiente manera. Un mayoritario 69.5 % se manifiesta en desacuerdo con tal medida, mientras que solo un 17.4 % dice sí estar de acuerdo. 7.3 % de la muestra no sabe del tema, a 2.6 % de los ciudadanos les da igual, 2.3 % no contestó la pregunta y un 0.8 % dice estar “mas o menos” de acuerdo.
Es interesante analizar estas respuestas. Al parecer, una considerable mayoría de la gente no está de acuerdo en que se privatizara PEMEX. Cabría hacernos la pregunta si la mayoría entiende este proceso. Pero a nosotros nos queda claro que sí: Para mucha gente “privatizar” significa que la empresa deje de estar en manos del gobierno. A otros tantos les suena a que el petróleo “es de la nación”.
Y por lo anterior (aunque eso no lo mide la encuesta…quizás podríamos profundizar pero con otras técnicas de análisis cualitativo, como Focus Groups o entrevistas en profundidad), creemos que existe en el subconsciente colectivo de los poblanos (y de todos los mexicanos en general) un rechazo a que el petróleo estuviera en manos de empresas privadas.
Durante décadas, en todas las escuelas del sistema educativo nacional (públicas o privadas, desde luego) se nos educó en la veneración a la famosa “expropiación petrolera” y crecimos repitiendo que las empresas privadas extranjeras nos robaban el petróleo antes de dicha expropiación (lo cual tiene algo de verdad y algo de mito, como muchos otros casos de nuestra historia nacional).
Pero lo interesante viene a continuación. Digo, las anteriores respuestas no nos parecieron raras.
La siguiente pregunta fue: “¿Usted apoyaría a López Obrador en su postura de impedir que se privatice PEMEX?”. Y aquí empieza a cambiar la opinión de la gente. Un 57.2 % dice que no lo apoya y solo un 33.3 % respondió afirmativamente.3.1 % dice que “tal vez” lo apoyaría y el 6.3 % no contestó la pregunta.
En otras palabras: Para los poblanos, una cosa es no estar de acuerdo en que PEMEX se privatice y otra distinta apoyar las posturas de López Obrador. Digo, porque el tabasqueño cree que sigue teniendo una base de apoyo social de todos los mexicanos y eso está totalmente alejado de la realidad.
Y vea usted lo que dijeron los encuestados ante la tercera pregunta, que fue: “¿De qué forma lo apoyaría?” (este cuestionamiento solo se hizo a los que dijeron que sí apoyan a López Obrador, o sea, 33.3 % del total; con esto saque usted los porcentajes reales).
Un 73 % dice que lo apoyaría participando en manifestaciones pacíficas, pero un 24.6 % dice que no participaría. Y lo mejor: Solamente un 14.5 % apoyaría a AMLO en bloqueos de carreteras, pero un 83.8 % no lo haría. Solo un 12 % participaría en bloqueos de aeropuertos, pero un muy alto 87.2 % no haría eso. Solo un 15.3 % lo apoyaría tomando pozos de PEMEX, pero el 81.4 % no lo apoyaría en esa medida. Y por último, solo un escaso 6.8 % apoyaría a AMLO levantándose en armas pero un abrumador 93.2 % no participaría en esa aventura. El resto de porcentajes de cada pregunta corresponde a la respuesta “Tal vez” o de plano no contestaron.
Creo que queda perfectamente claro cuál es la posición de la sociedad en torno a este tema nacional tan importante. ¿Lo entenderá, de una vez por todas, Andrés Manuel López Obrador?
Usted tiene la mejor opinión.
Que tengan un buen fin de semana.