22-11-2024 11:26:47 PM

Ni productivo ni competitivo

En el corto plazo podrían darse definiciones en torno al Instituto Poblano de la Productividad Competitiva (IPPC):
Más allá del problema por delito electoral en el que está metido su director con licencia Gabriel González Molina, quien debería darle salida al asunto -Secretaría del Trabajo- nada más no encuentra la puerta, y como siempre opta pasar el asunto a otras manos.
Después que se tuvo conocimiento de la detención, y puesto en libertad bajo fianza de Gabriel González Molina, a quien la Fepade acusa de haber cometido un delito electoral, en el gobierno no saben qué hacer y cómo proceder.
Por un lado no quieren parecer que se deslindan y/o abandonan al funcionario con licencia, pero tampoco puede seguir como funcionario sí está bajo un proceso penal, y por otra parte el IPPC es un organismo que maneja un nada despreciable presupuesto, además que genera ingresos por los cursos de capacitación a empresarios.
La junta directiva del IPPC tiene poco más de un mes que no sesiona, tampoco el Consejo Consejo Consultivo Poblano para la Productividad Competitiva, los cursos están detenidos, sino es que cancelados; y según dicen algunos empresarios sí es útil la capacitación que brinda el instituto.
Mientras el titular del Trabajo, Pericles Olivares que a su vez es el presidente ejecutivo del IPPC,  se la pasa pidiendo apoyo a algunos de sus pares en el gabinete para que le quiten el problema de encima, y a decir de los industriales los ha dejado plantados varias veces, pese a haber acordado reuniones donde supuestamente abordarían el tema del Instituto.
Al parecer serán varios los movimientos que en corto plazo se harán en torno al Instituto Poblano para la Productividad Competitiva:
– Se llamará a sesión a los miembros del Consejo Consultivo Poblano para la Productividad Competitiva, (Secretarías de Finanzas, Gobernación, Turismo, Desarrollo Económico, Educación, Trabajo, a la Coparmex y Canacintra, CMIC, UAP y representantes obreros, entre otros.
– González Molina quedaría desligado oficialmente del organismo, para que resuelva su problema con la Fepade.
– Se buscará reanudar lo antes posible las actividades del Instituto.
– Se propondrá que el IPPC pase a ser parte de Sedeco (para ello tendrán que buscarle la cuadratura al círculo modificando el decreto que creó al Instituto).
– Se incluirá, ahora sí, al Instituto en la asignación de recursos para 2010 por parte del Consejo para el Desarrollo Industrial, de Comercio y Servicios (CDICS), el que maneja el Impuesto Sobre la Nómina. Y es que dicen que en este año “se acabaron los recursos” porque en la planeación del citado Consejo no se contempló al Instituto, así que sólo tiene dinero para cubrir el gasto corriente y no para actividades extras, pese a que las empresas que toman dichos cursos pagaron poco más de 12 mil pesos.
Cabe señalar que el IPPC tiene varias fuentes de ingresos: el presupuesto asignado por el estado, que es de unos 9 millones de pesos; los recursos provenientes del gobierno federal a través de diversos programas como el Fondo Pyme (al que por cierto todo tipo de organismos privados le han sabido sacar jugo para arreglar oficinas, apoyar empresas, asistir a ferias o aplicar capacitación) y, finalmente, los ingresos directos que obtienen el Instituto al cobrar por los cursos y/o talleres que imparte a las empresas.
El atractivo del IPPC no es meramente altruista en pos de la competitividad empresarial.
Los empresarios dicen estar interesados en que se reanuden los cursos, y que se resuelva la situación del director del Instituto.

Las medidas se aplicarán una vez que las apruebe el Presidente Honorario de la Junta Directiva del IPPC, que es el gobernador del estado.

Pero lo cierto es que desde su creación 8 de julio de 2005 (decreto publicado en el Periódico Oficial), este organismo descentralizado orientó casi toda su actividad en “detectar talentos”, y organizar cursos y talleres para  generar empresarios o mejorar la actividad de los existentes.

A menos de dos años de que concluya el actual gobierno, el primer y principal objetivo del IPPC no se ha cumplido “posicionar al Estado de Puebla por arriba de la media nacional en competitividad” (Programa Institucional del IPPC 2005-2011, pág. 11). Es de sobra conocido que Puebla en materia de competitividad está por debajo de la media, en donde ha habido avances notables es en la apertura de empresas y eso corresponde a la Cemer.

Tampoco ha logrado “coordinar y regular todas” las instancias capacitadoras; no existe una coordinación de los Centros Evaluadores en Normas Técnicas de Competencia Laboral en el estado.

Otras de las metas incumplidas es la de instalar centros de capacitación y asesoría en varios municipios del estado, y mucho menos existe un “pequeño call center” para apoyar las unidades gestoras en capacitación; no se crearon “centros y consejos regionales” para dirigir la capacitación en cada región del estado de Puebla, y no existe la “red estatal de capacitación” (págs 12 y 13).

De cualquier forma tendrá que darse una salida al problema en el IPPC, con su (ex) director en medio de un proceso penal, y por lo menos concluir los cursos previamente pactados y que dejaron a la mitad. Ya no programar mayores recursos ni actividades para el próximo año, total ya es el último de la actual administración.

A ver qué deciden finalmente en las oficinas del Boulevard 5 de mayo y 4 oriente y en las de Reforma y 7 norte.

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