22-11-2024 05:21:27 AM

Con la muerte de Julio Revolledo se va el mayor historiador circense de México y un gran ser humano

Por Abel Pérez Rojas

 

“Hay seres que nos hacen nacer varias veces gracias a su saber.

Julio Revolledo fue uno de ellos”.

 

 

El pasado domingo 5 de mayo por la noche falleció Julio Revolledo Cárdenas, considerado por todos como el mayor historiador circense en México; con su partida no sólo pierde la vida mundial de los circos y de la ciencia histórica, también perdemos quienes tuvimos la oportunidad de conocerle y llamarle amigo, pues indudablemente se trataba de un gran ser humano.

Gracias a la intermediación y buenos oficios de mi querida amiga Mireya Ramírez Martínez conocí a Julio Revolledo. Era la primera década de este siglo XXI.

Por aquellos años sólo tenía como referencia de Julio su participación como presidente de jurado en un reality show dominical circense organizado por Televisa en su horario estelar dominical.

Julio había llegado a Puebla invitado por mi amigo el doctor Salvador Calva, rector de la Universidad Mesoamericana de Puebla, para concretar lo que parecía una idea disparata en aquel tiempo, fundar la primera licenciatura  en su tipo en América Latina, que más tarde tomaría el nombre de Licenciatura de Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas.

Con el paso de unos cuantos años no sólo se concretó, sino que hasta su fallecimiento Julio fungió como su director y llevó el nombre de la Mesoamericana, de Puebla y de México por todo el mundo.

Recuerdo que con pasión me platicó sobre estos planes en la primera entrevista que le realicé para mi programa radiofónico.

Tal vez yo sea la segunda persona que más entrevistó a Julio, porque el primerísimo lugar siempre lo ocupó Mireya Ramírez, quien documentó en video y más por escrito todas las giras e intervenciones en el extranjero de Julio.

Recuerdo que la primera entrevista en la cual tomé un poco de mayor consciencia de la estatura intelectual de Julio Revolledo fue en marzo del 2008, en el seno del Circo Tihany.

En unos cuantos minutos Julio me habló de la importancia que implicaba crear una licenciatura como la que nacía en aquellos días y cómo es que seguramente se convertiría en un atractivo académico para personas de todo el mundo.

Yo era incrédulo de todo lo que me platicó Julio, pero él sabía muy bien lo que me decía, pues prácticamente había recorrido todo el mundo haciendo acopio de experiencias y necesidades que le permitían tener todos los hilos en la mano para sostener lo que con tanto ahínco defendió siempre.

Así pasaron los años, la licenciatura de la Universidad Mesoamericana se convirtió en una realidad, Julio acumuló miles, tal vez millones de kilómetros recorridos, porque se desempeñó como jurado en los más importantes festivales circenses del mundo.

Ante las reformas legales que prohibieron el empleo de animales en los circos y la transformación de los gustos y las preferencias de consumo de las nuevas generaciones, Julio se convirtió en un puntal importantísimo para que la industria circense no desapareciera en México.

El conocimiento profuso de Julio en torno a la vida de los circos provenía de sus orígenes familiares en este ambiente, en 1988 fue administrador del Circo de los Hermanos Esqueda, en 1988 administró el Circo de los Hermanos Suárez; además de que en el 2004 escribió “La Fabulosa Historia del Circo en México” y en el 2010 “El Siglo de Oro del Circo en México”.

Julio cursó un doctorado en Historia del Arte en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, previamente, en esa misma institución había cursado una maestría, de la cual se tituló con la tesis: “El elegante circo ecuestre del siglo XIX en México”.

En los últimos meses previos a su muerte, Julio apoyó decididamente los esfuerzos para que en el Congreso de la Unión de México se reconociera a la tradición circense y al circo como patrimonio cultural intangible.

Por cierto, recientemente Julio expuso que la antigüedad del circo en México es de al menos tres mil años.

En fin, Julio era un apasionado del circo… lo llevaba en las venas.

Agradezco a Julio todo lo que hizo por la historia circense del mundo, muy particularmente de nuestro país.

Estoy agradecido con Julio por todo lo que hizo por tantos jóvenes que vieron cambiar sus vidas para bien gracias al circo.

Le agradezco su tiempo, el haber confiado en mí como comunicador para ser entrevistado cuantas veces se lo permitía su apretada agenda.

Le agradezco a Julio todo lo que hizo, porque debido a ello somos menos ignorantes y prejuiciosos de un mundo tan apasionante como lo es el circo.

Gracias amigo Julio. Ve en paz.

 

 

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