Por Karina Fernández
Luis Miguel Barbosa Huerta dejó en claro que no reforzará su seguridad de cara al cierre de campaña por la gubernatura de Puebla, a pesar de aquellos ciudadanos que temen que los opositores atenten contra su vida.
Durante una reunión con comerciantes de la Central de Abasto, el abanderado de la coalición que encabeza Morena aseguró que hay quienes lo quieren “ver muerto”, según las impresiones de quienes simpatizan con su proyecto.
No obstante, negó sentirse amenazado en los mítines que realiza, por lo cual no incrementará su seguridad en las semanas que restan de proselitismo, de cara a la jornada electoral del 2 de junio.
“Se acerca mucha gente y le dicen (a mi esposa) que lo quieren matar. No temo por mi seguridad y no la reforzaré. No temo, la vida te la da y te la quita dios, no le deseo mal a nadie, pero créeme muchos se acercan y piden a mi esposa usted llévele comida y agua”, recalcó.
A mitad de la campaña, Barbosa Huerta observó que ha sido una campaña favorable la que ha desarrollado por el estado, y pidió a sus adversarios ser más competitivos para hacer más participativa la elección.
Como parte de sus más recientes propuestas de gobierno, planteó regresar la Secretaría del Trabajo del estado y en sus primeros 100 días de gobierno, garantizar que policías no tengan vínculos con la delincuencia.
También a dotar de la tecnología necesaria los Arcos de Seguridad que construyó el morenovallismo para que no queden como simples “elefantes blancos” y funcionen, aprovechando esa infraestructura.
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