Por Jesús Manuel Hernández
Muchos de los cercanos colaboradores del ex gobernador Moreno Valle se hacen una pregunta ¿dónde están las libretitas donde anotaba todo?
Y decir todo, es eso, todo, todas las inversiones, todos los enlaces económicos, todos los amarres con socios o prestanombres.
Era muy meticuloso en esos asuntos del dinero y pocos gozaban de la plena confianza, quizá nadie supiera todo, sólo alguna parte del todo. Aparte de su padre, quizá el más cercano en temas de dinero haya sido el hoy senador Roberto Moya Clemente.
Pero había asuntos personales que Rafael trataba con otros cercanos casi siempre en relación a los negocios personales. Los enterados saben que invertía en desarrollos inmobiliarios, pero no saben bajo qué condiciones, si en sociedad o con prestanombres.
Un curioso hecho sucedió el 25 de diciembre del año pasado, un día después del fatal accidente.
Una mujer, muy cercana al senador y exgobernador, se presentó en la residencia del matrimonio fallecido y se dedicó a sacar muchas cosas en cajas.
¿Qué contenían las cajas? ¿Habrán estado ahí las libretitas tan comentadas?
Es un asunto especulativo sin duda, pero el activo económico de Rafael era muy cuantioso y quizá algunos hayan heredado sin querer y sin riesgo de persecución.
Ahora bien, el hecho de sustraer documentos de la casa de Rafael ¿fue un acto aislado, personal u ordenado? Quizá saberlo ayude a entender quiénes fueron los beneficiados de la herencia.
O por lo menos, así me lo parece.
