22-11-2024 12:01:09 AM

Opinión pública y opinión (anti) publicada

Por Rodolfo Rivera

 

Durante los últimos veinte años que tenemos haciendo encuestas de todo tipo en el BEAP (sí, en 2019 cumplimos 20 años los del BEAP), he insistido de mil maneras en que NO es lo mismo la opinión pública y la opinión “publicada”. Desde luego hablando del tema político-electoral-gubernamental.

Porque no es lo mismo –aunque por supuesto alguna vez coinciden- lo que nos dice la gente naturalmente cuando les solicitamos su opinión sobre algo y otra lo que los periodistas y distintos medios de comunicación a veces publican sobre ese mismo hecho o cuestión.

Aquí entra a un largo debate el papel e influencia real de los “mass media” actualmente, su verdadero alcance, su pérdida de públicos ante las nuevas formas de estar comunicados e informados, la baja hasta casi extinción de los periódicos impresos, la notable pérdida de audiencias de la radio abierta y su programación en general, la muy real baja de consumos televisivos abiertos y muchos temas más.

Pero digamos que los medios de comunicación públicos abiertos “siguen existiendo” y a ellos me refiero cuando hablo de “opinión publicada”, más los opinadores de los nuevos medios –redes sociales, páginas web y videos en todas sus vertientes, you tube y mucho más- que son finalmente los que manifiestan sus posturas públicamente.

Los periodistas, analistas, columnistas, reporteros y desde luego los directores de cada medio, tienen su propia opinión, visión y postura ante los mismos acontecimientos. Eso ha existido desde el origen mismo de la comunicación a través de cualquier vía. Pero esa visión o postura NO siempre coincide con lo que capta, asimila y opina la comunidad entera de un entorno determinado.

Y desde luego durante todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI, siempre hay que analizar esas posturas particulares de cada medio, con los intereses y relaciones reales que tienen sus dueños o titulares. No existe en la práctica hoy en día, un medio –cualquiera de cualquier tipo- que sea absoluta y totalmente imparcial y sin ningún compromiso económico, ideológico o de poder con algún grupo, partido, gobierno o institución cualquiera.

Hasta el periódico más “imparcial” se debe a quienes le compran publicidad de cualquier tipo. Por muy “objetivo” que sea o quiera ser, jamás atacará o publicará cosas negativas de sus clientes comerciales, sean un banco, fábrica de autos, restaurante, compañía de seguros, Universidad o… gobierno en cualquiera de sus niveles. Y es absolutamente lógico, hasta eso. No sé si ético, para no meterme en vaivenes morales.

Y todo este rollo comunicacional lo tiro porque en los últimos tres meses hemos sido testigos de cómo casi todos los medios “masivos” (incluidas ya redes sociales y entornos web) critican duramente prácticamente todo lo que hace o deja de hacer el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Y los opinadores de redes sociales lo acaban con ataques y denostaciones.

Sin embargo, cuando medimos en encuestas abiertas a toda la población (los que sí hacemos las encuestas, no los payasos que publican cosas que ni hacen ni miden) al día de hoy, la enorme (enorme) mayoría de ciudadanos aprueban con claridad la gestión de López Obrador. En Puebla traemos aprobaciones del 75% de la población y en todo el país casi 10 puntos más, o sea 85% (esto se debe a que en todo el país se suma a Estados donde el actual Presidente es brutalmente querido, como Veracruz, Tabasco, Oaxaca o Chiapas, donde además hay mucha más población que en el Norte de México).

¿Qué pasa?

¿Por qué periodistas y opinadores profesionales reprueban lo que ha hecho el Presidente en los últimos tres meses, pero la mayoría de los mexicanos lo aprueba?

Hay muchas razones. Pero creo que la más importante tiene que ver… con los intereses y relaciones de cada medio y cada opinador y analista. Y ciertamente muchas de las decisiones políticas de AMLO en los últimos meses han sido polémicas y hasta criticables… pero creo que las críticas más incisivas no son por ese hecho, sino porque los que las hacen simplemente no simpatizan con el fundador de MORENA o bien no han alcanzado (ni alcanzarán) algún convenio económico con su gobierno.

Así de simple y fácil.

Por supuesto, aquí no faltará quien diga que entonces quienes no lo critican sí tienen ya convenio o son sus amigos (no sé, por ejemplo La Jornada o TV Azteca). Y seguramente así es. Pero vuelvo a mi tema original… eso NO es la opinión pública, natural de la mayoría de la población.

Entonces la otra vertiente de la pregunta: ¿Por qué la gran mayoría de la población sí aprueba con entusiasmo la corta gestión de AMLO?

Los críticos de los medios y redes dan a entender que porque la mayoría de los ciudadanos en México son idiotas y despolitizados. Pero eso es un problema epistemológico de la Democracia desde sus orígenes… ¿las mayorías tienen la razón?

Naturalmente no entraré a ese largo y también sinuoso debate que traemos los politólogos desde hace siglos. Pero creo que no necesariamente va por ahí la respuesta a la interrogante.

Creo sinceramente que Andrés Manuel López Obrador ha logrado que la gente le crea y lo apoye por una simple razón semiótica: Habla y se comporta como la mayoría de la gente y ésta hace suyos esos significados naturalmente.

Cuando AMLO pronuncia el “me canso ganso” o habla de las “mafias” y de “los fifís”, el mexicano común y corriente, el que NO lee a columnistas y teóricos de la democracia, ni escucha aburridos noticieros radiofónicos o televisivos, SI lo entiende. El que va en el metro, en el micro, en la combi o es empleado de una fábrica, de una oficina o es estudihambre de bachillerato o profesional.

Y ese mexicano sabe perfectamente que la anterior clase política era mentirosa y corrupta… aunque López Obrador provenga de ella misma también. Pero encarna al rebelde que no quiso seguir en ese grupo y prefiere estar del lado del pueblo bueno (entelequia también muy difícil de definir).

Locura, ironía, contrasentido, tontería… pero la mayoría de los mexicanos hoy SI confía en López Obrador. Desde luego no sé si para siempre. Pero hoy así es. Y tampoco sé qué pasará el día que AMLO ya no esté… porque haya terminado su gestión o porque desaparezca en forma inesperada (los poblanos sabemos que eso puede pasar… en cualquier momento y sin avisar), pero ese es otro tema también (su polémica sucesión).

En fin. Basta de aburridores rollos académicos de salón de politólogos trasnochados.

Como encuestador profesional (sí, a eso nos dedicamos los del BEAP para vivir), hoy puedo asegurar que la popularidad del hoy Presidente no solo no ha bajado sino que ha subido en tres meses de gobierno. Lo dice la mayoría de los poblanos naturalmente.

Y eso provoca una preferencia arrasadora para su partido en un próximo proceso electoral. Pero ese también es otro tema… del que tendrán ustedes noticias muy pronto.

Sí, la última Encuesta Estatal del BEAP (Estatal, no Municipal). Sí, también con careos.

¡Oooops!

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