22-11-2024 07:18:45 PM

En la mira

Por Jesús Manuel Hernández

 

De pronto los astros parecen desacomodarse para el morenovallismo en el orden nacional. Varios medios de comunicación destacan desde hace algunos días no sólo sus intentos por presidir el Partido Acción Nacional, también sus errores como gobernador y sus relaciones peligrosas con los mandos del robo de combustible, con los huachicoleros.

Podría tratarse incluso de una circunstancia ajena a él y más enfocada a la pretensión de MORENA de anular las elecciones en Puebla. Pero las pesquisas levantan muchas dudas sobre las corrientes que al interior del PAN empiezan a actuar para el cobro de facturas pendientes del 1 de Julio.

En la sesión del Consejo Nacional del PAN el sábado 11 de agosto además de la convocatoria a la unidad manifestada por Luis Felipe Bravo Mena, aparecieron los reclamos en los corrillos a las “traiciones” y mantener alejados a los gobernadores en su intento por aglutinar la fuerza para lanzar a un candidato. Los panistas sufren de liderazgos naturales, auténticos, la “onda grupera”, como la llama Ernesto Ruffo, ha venido a dividir al partido y subastar los liderazgos a quien tenga más dinero.

Y es ahí donde aparece Rafael Moreno Valle, político formado en el PRI, rico, muy rico, y con ganas de poder, como lo refleja el artículo de José Gil Olmos en la revista Proceso 2180, que destaca las investigaciones de Juan Luis Hernández Avendaño quien dice que Rafael es proclive al “sultanato”. El documento fue publicado en el número 16 de Cuadernos de Investigación de la Universidad Iberoamericana de Puebla a finales del año pasado. ¿Por qué hasta ahora Proceso se interesa en la investigación?

El sábado Rafael llegó a la sede del Consejo y declaró a los medios que no confiaba en la Comisión Organizadora de la Elección, y pidió la intervención del INE para que la elección del presidente fuera transparente. El video no pudo ser visto por los consejeros, pero empezó a circular en redes y en los corrillos de los políticos.

Total, que la Comisión fue electa con Cecilia Romero Castillo, ex presidenta del PAN y con una bien lograda fama de panista institucional, ajena a los acuerdos sobre todo de los moches. Y es que muchos se burlaron en corto de la pifia de Rafael de hacer una propuesta a los medios, lo que fue calificado como un desconocimiento total a los estatutos del partido.

En fin, las primeras páginas de los diarios como Reforma, la columna Templo Mayor, la revista Proceso y los que se vayan sumando, parece que tienen suficiente “parque” para someter a un desgaste al ex gobernador.

O por lo menos, así me lo parece.

 

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