Por Jesús Manuel Hernández
Si hay alarma en el morenovallismo no es por la inseguridad que vive Puebla y el número de asesinatos de candidatos de varios partidos, aunque la respuesta no sea pareja, pareciera que duele más la muerte de los verdes que de los de otro color.
Las alarmas suenan porque Morena Puebla ha crecido inesperadamente y no se planeó cómo detener el efecto López Obrador en una entidad que está considerada como básica para el triunfo presidencial al lado de Veracruz donde un común denominador se manifiesta, la elección con el sello familiar.
Medios nacionales han coincidido en los últimos análisis sobre la problemática que representa para Puebla el hecho de que el exgobernador Moreno Valle sea el operador de la campaña de su esposa y las consecuencias que arrastra la imposición a grado de plantear ya un rompimiento con Antonio Gali.
El diario Reforma puntualmente cita el comentario en su columna Templo Mayor de este domingo bajo la premisa de que Rafael quiere crear su “minimaximato” y le “echa en cara” a Gali que no haga lo suficiente para garantizar el éxito de su “famiglia”.
Reforma presentó una semana antes un análisis de las condiciones electorales de Puebla bajo el título: “Puebla: ¿sucesión conyugal?”
La revista Proceso en su número 2170 del 3 de junio también dedica un reportaje a la sucesión en Puebla bajo el título “Mediante su esposa, Rafael Moreno Valle busca ‘reelegirse’ en Puebla”; y añade que el ex gobernador pretende construir un cacicazgo que impulse su proyecto rumbo a la Presidencia de la República en 2024.
Todo esto a una semana del debate donde Martha Érika deberá enfrentar el crecimiento de Morena con Luis Miguel Barbosa a la cabeza y Enrique Doger llamado a su último escenario para recuperar espacios.
Y por si fuera poco los operadores del morenovallismo no pueden conciliar el sueño, el anuncio de la intromisión de los equipos de la maestra Gordillo en favor de AMLO, viene a descobijar algunos escenarios locales donde el rumor de negociación de Moreno Valle con Meade para dejar sólo a Ricardo Anaya, se dan como un hecho.
¿Qué hará Moreno Valle, fallarle a Meade o a Elba Esther Gordillo? Un asunto de lealtades donde los intereses pueden más.
O por lo menos, así me lo parece.