Por Rodolfo Rivera Pacheco
El muy probable tsunami que se verifique en la presente elección a favor de los candidatos de MORENA en el país y en Puebla no se debe tanto a que su abanderado presidencial sea considerado mejor por la gente, mucho menos sus nominados a los cargos legislativos, gubernatura o Alcaldías. No. Se deberá más bien al hartazgo de la gente contra los partidos que los gobernaron y los defraudaron.
Lo que prevalecerá en esta elección en México y en Puebla es el voto de castigo.
En el ámbito federal, la gente rechaza con saña ya al Presidente de la República y todas sus acciones. En las encuestas del BEAP hay zonas donde lo llegan a desaprobar más del 70 u 80 % de los ciudadanos. Justa o injustamente pero así es. El subconsciente colectivo mexicano reprueba al gobierno de Peña Nieto automáticamente y eso provoca que el PRI también tenga niveles de rechazo superiores al 50 o 60%.
Brutal, pero es así.
Y eso provoca también que los candidatos del tricolor a los demás cargos de elección no puedan despegar, aún cuando seguramente algunos de ellos sí tuvieran alguna probabilidad de ganar por ser conocidos entre la población e incluso por ser buenas personas.
Así como puede haber tsunami para los candidatos de MORENA gracias al rechazo a los gobiernos de los otros partidos (el PRI siempre liderando esta cuestión, pero también el PAN tiene ya mala imagen), los candidatos del PRI pueden ser engullidos por un remolino terrible hacia abajo en las preferencias. Tsunami moreno u hoyo negro tricolor, pues.
Eso en el ámbito federal. Pero en el Estado de Puebla también hay ya un buen rechazo a los gobiernos morenovallistas del PAN. El ex Gobernador Rafael Moreno Valle terminó reprobado por la mayoría de poblanos (no en los niveles de la desaprobación de Peña Nieto, pero su desaprobación sí fue mas alta que su aprobación) y el de Tony Gali nunca pudo hacer mucho por recuperar la imagen y también está desaprobado por una mayoría de poblanos.
Desde luego Gali nunca fue el autoritario niño mal educado que fue Moreno Valle, pero eso no le sirvió para que su gobierno tuviera más aprobación. Simplemente lo arrastró la mala imagen que dejó su antecesor, además de que su presupuesto ya estaba comprometido y no pudo hacer casi nada. Lo sé, lo saben… lo sabemos.
¿O ustedes por qué creen que Rafael Moreno Valle decidió desaparecer de la escena política poblana y nunca sale junto a su esposa y hoy candidata? ¿Por qué es un hombre justo y maduro y quiere dejar que su cónyuge crezca por sí misma y gane naturalmente?… Jajaja, para nada. Rafael Moreno Valle Rosas decidió no aparecer en esta elección porque sabe perfectamente que es rechazado por los poblanos en todas las mediciones serias y no quiere ser una carga negativa para las preferencias hacia su esposa.
Pero lo anterior es algo prácticamente imposible. Martha Erika Alonso de Moreno Valle es candidata por ser la esposa del ex Gobernador, no por otra cosa. Y TODO Puebla así lo entiende. No me explico cómo quieren ocultar esa situación. En serio subestiman la inteligencia de los poblanos.
Y la mala influencia de Moreno Valle (que insisto, él mismo conoce y por eso no aparece) no solo se la transmite a su esposa, sino también a no pocos candidatos a carhos legislativos y sobre todo a Alcaldías.
En TODAS las mediciones que estamos haciendo, los candidatos de MORENA han crecido a niveles increíbles para su escaso posicionamiento (conocimiento de sus nombres pues) entre la ciudadanía. Y esto se debe al tsunami lopezobradorista sí, pero también al desprestigio del morenovallismo y priísta y el rechazo que provocan.
Habrá que seguir midiendo y ver si se mantienen las tendencias en los dos meses y medio que quedan de este proceso electoral, porque también reconozco que aún pueden suceder muchas cosas.
Por lo pronto, lo que yo veo es que el rechazo decidirá el resultado final de la elección.
Eso sí, pronto, muy pronto… resultados de mediciones del BEAP, que todos están esperando. Tranquilos.