Por Jesús Manuel Hernández
Consumada la operación, oficializada por el comunicado número 37/ 2018, Martha Erika Alonso Hidalgo y Eduardo Rivera Pérez enfrentarán al electorado y a los partidos de oposición en las elecciones de Puebla.
En casa de Pablo Rodríguez Regordosa, Pablito, siguen llegando las condolencias ante una frustrada intromisión del aspirante a suceder a Luis Banck, a Antonio Gali o a Martha Erika.
La oposición de Pablito a Eduardo Rivera no es nueva, viene de cuando se consolidó la alianza entre los panistas tradicionales, representados por Juan Carlos Mondragón, Rivera, Fraile, Ángel Alonso y otros, respaldados por un grupo muy pequeño de empresarios siempre ligados al panismo y encabezados en aquél momento, como cara visible, por Luis Regordosa Valenciana.
Moreno Valle pensó que al negociar con ese grupo estaba cooptando a las universidades privadas, las cámaras empresariales y a los grupos de panistas incluidos los que además tenían militancia en órganos no partidistas.
Los Regordosa vieron la posibilidad de consolidar un proyecto familiar con dos cartas principales, una, Herberto, destinado a encabezar la rectoría de la Upaep, y el otro, Pablito, encausado a ser Presidente Municipal y después gobernador.
Pero las cosas no salieron bien, primero para Herberto y luego se le complicaron a Pablito que provocó una buena parte del rompimiento entre Moreno Valle y Rivera Pérez al finalizar la campaña.
Las frases dirigidas por Pablito al entonces gobernador electo intentaron por todos los medios descalificar su participación. “No tiene código postal”, decía Regordosa del presidente municipal electo, “no contribuyó con ninguna aportación de votos o suma de grupos… ganó por Moreno Valle, no por él”.
Después vendría la intromisión en los asuntos de la Secretaría de Infraestructura donde Gali despachaba. Pablito le dijo al oído al gobernador que Gali estaba pidiendo comisiones por las obras. Y Rafael los confrontó, y Pablito nunca pudo demostrar su dicho, y Gali le guardó la factura.
Pablito insistió siempre en que Eduardo Rivera no era necesario para ganar Puebla.
Y ¡oh sorpresa!, resulta que los activos de Rivera le permitieron entrar en la negociación de México, porque a Martha Erika y su marido no les alcanza para ganar con sus grupos.
Y por eso siguen llegando las condolencias.
O por lo menos, así me lo parece.