Mire Usted lo que ha pasado en los trece días que llevamos de campaña electoral.
Carlos Ahumada publica un libelo en el que arrasa con la clase política en general. Exhibe a priístas, panistas y perredistas como una bola de corruptos, manipuladores e integrantes de mafias que se disputan el poder a costa de lo que sea.
Roberto Madrazo, ex candidato presidencial del PRI, anuncia entonces que él también publicará un libro y adelanta que tanto Fox como Ernesto Zedillo protegieron a narcotraficantes.
El ex Presidente Miguel de la Madrid lanza una serie de dardos contra el otro ex Presidente, Carlos Salinas de Gortari y lo acusa de proteger también a narcos y que su hermano (Raúl) y él fueron grandes corruptos. Luego se desdice… pero todo ya estaba dicho.
El virus de la Influenza vino a destrozar aún más a nuestra economía y el Presidente Calderón quizás ahora se arrepiente de haber tomado medidas tan radicales. Los mexicanos ya resienten una brutal crisis que no tiene para cuándo terminar. Ni a Calderón ni al PAN les convino del todo el tema de la Influenza (como ya hemos visto en las encuestas del BEAP… para aquellos amantes de la teoría de la conspiración que repiten que “todo fue un invento”).
Al Presidente se le ocurre la gran idea de revivir el tema de IVA en alimentos y medicinas. Espérense a que la gente lo digiera.
En Puebla, lo más interesante que hemos visto de las campañas de los Diputados ha sido a dos madreados en Agua Santa y una conversación telefónica grabada donde las mentadas y los chingadazos son la tónica de la argumentación.
Varios ex Presidentes Municipales de extracción panista renuncian a su partido y se afilian al PRI o al Verde Ecologista (el de Tepeaca, el de Palmar de Bravo, el de Tzicatlacoyan y el de San Andrés Cholula). Dicen que en el PAN no los pelan más que cuando les conviene y que “el grupo que controla todo” ya los tiene hartos.
Andrés Manuel López Obrador, del PRD, viene y dice en Puebla que él apoya a los candidatos del PT y de Convergencia…
En el Estado de México, muchos perredistas también renuncian a su partido. Chucho Ortega les llama “traidores”.
¿Usted entiende algo?
¿Realmente algún partido o candidato le despierta su ánimo para votar por él?
Porque en el PRI se confiaron y creyeron que tendrían su “carro completo” y las tendencias cambian todos los días.
En el PAN pregonan que todo ha cambiado y que la Influenza los ayudó y que el Presidente es el salvador de la humanidad y que ellos ganarán el 5 de julio.
Yo les insisto: Nadie tiene asegurado el triunfo. Las preferencias están cambiando casi cada semana.
Lo que en el BEAP observamos es que, efectivamente, con todo lo que está ocurriendo, a muy poca gente le queda claro cuál es el mejor partido por el cual votar. No quieren a ninguno. Muchos piensan en anular su voto. No conocen a los candidatos. Y a los que conocen los rechazan. Del PAN, del PRI y de los demás ni hablar.
¿Quién ganará, pues? El partido que logre entusiasmar más a un pequeño grupo de votantes que serán los que inclinen la balanza a su favor. O bien el que logre sacar a sus partidarios más fieles. Y en ese rubro ya sabemos quién lleva ventaja.
Lo que sí es un hecho es que, a todas luces, nuestro sistema político-electoral, está caduco. Ya urge ser reformado. La gente ya no quiere a los actuales partidos y políticos.
Pero… ¿usted cree que los actuales políticos se atrevan a reformarlo si eso implica su propia desaparición?
¿Qué queda entonces?
En serio, estamos viviendo el tiempo previo al truene. Una transición malograda.
Acuérdense.