Las calificaciones que la ciudadanía de Puebla (y en general coinciden con las del resto del país) le otorga a la gestión del Presidente Felipe Calderón vuelven a descender un poco con respecto a nuestra anterior medición (finales de enero), pero sobre todo, desciende notablemente la aprobación social que tenía su gobierno.
Esto es lo que nos demuestra la última encuesta que al respecto hemos levantado en el Buró de Estrategias y Análisis del Poder, S. C. a una muestra representativa de poblanos capitalinos y de zonas conurbadas a esta capital, en esta misma semana.
La primera pregunta que hicimos, como siempre, es: “En una escala del 0 al 10 (en la que 0 es pésimo y 10 es excelente) ¿Qué calificación le da Usted a Felipe Calderón como Presidente de la República?”.
Y en esta ocasión, el promedio de notas que mencionaron los encuestados es de 6.46, poco más bajo que en nuestra anterior medición, cuando logró un 6.64. Esto, para un observador acucioso no tendría por qué ser una baja notable. Pero recordemos una vez más que no son porcentajes, sino cifras del 1 al 10. Aún así, aquí mismo hemos dicho que una calificación por arriba de 6 es aceptable a secas para cualquier gobernante. Pero si seguimos viendo los otros resultados podemos darnos cuenta que, efectivamente, sí desciende en general la calificación que los encuestados otorgan al Presidente.
Y es que la siguiente pregunta, “En una escala del 0 al 10 (donde 0 es nada y 10 es mucha) ¿Cuánta confianza le inspira el Presidente Felipe Calderón para solucionar los problemas de México?”, el promedio de notas dadas por los ciudadanos de Puebla es de 6.04, es decir, prácticamente cinco décimas menos a nuestra anterior medición, cuando obtuvo 6.51.
Pero si observamos el gráfico histórico, nos podemos dar cuenta que si Felipe Calderón comenzó su gestión con un nivel de confianza de 7.20, poco más de un año después, sí ha bajado más de un punto (del 0 al 10). ¿Se aprecia?
Pero en donde más se puede uno dar cuenta del descenso presidencial es en la siguiente pregunta: “En general, ¿Usted aprueba o desaprueba la forma como está gobernando Felipe Calderón?”, pues los resultados fueron los siguientes.
Un 43.5 % de ciudadanos lo aprueban, mientras que el 42.2 % lo desaprueban. El 11.9 % responde que regular y 2.3 % dijo no saber sobre el tema.
En otras palabras, y como puede apreciarse en la gráfica, prácticamente (y otra vez) la misma cantidad de personas lo aprueban… y lo desaprueban.
¿Qué ha pasado?
Bueno, en las últimas semanas, aunque el gobierno federal quiera negarlo y minimizarlo, es un hecho que los precios de muchos productos sí han subido (en un par de días mostraré una encuesta al respecto, como siempre) y eso pega directa y negativamente en la opinión que la gente tiene de sus gobernantes.
Además, aunque eso pega a las clases populares, también hay otro hecho que está molestando a las clases medias, profesionistas y empresarios, base de sustento tradicional del partido del Presidente: El pago de un nuevo impuesto (el famoso IETU) está molestando mucho a esos sectores y, desde luego, están empezando a desconfiar en Felipe Calderón, quien había prometido en campaña no aumentar impuestos, sino, incluso, derogar algunos.
Es evidente que esto último no ha ocurrido, por el contrario, parece que se quiere gravar más a quienes de por sí pagábamos impuestos.
Finalmente, la ola de inseguridad pública que azota al país –ahora ya con bombazos de por medio- también provoca que la gente responsabilice a la autoridad (de todos los niveles, pero sobre todo al Presidente) del grave problema.
Todo eso afecta, en nuestra opinión, esta baja en calificaciones y aprobación (y aumento de la desaprobación) del Presidente Felipe Calderón.
Ustedes ¿qué opinan?
COMENTARIOS BLOGGEROS.
Ayer sometí a votación en el blog, el asunto de seguir publicando o no, en mi columna, cartas de miembros de partidos (en este caso de panistas). Las opiniones me parecen bastante parejas. Sigan haciéndolo.
Y por supuesto, opinen sobre lo que se les pegue la gana. Para eso es.
Eso sí, era ya necesario poner algún tipo de filtro en el blog. Yo aquí mismo dije al principio que no habría ninguna regla y así sigue siendo. En serio, pueden opinar de los que se les de la gana, incluso si no están de acuerdo con lo que escribo o pienso.
Pero el único requisito para que su comentario aparezca es: No majaderías, ni insultos personales, ni cosas que no vengan al caso. E intentar (en lo posible) opinar sobre el tema que se haya abordado en la columna. Así de simple. Eso no es censura, creo.
Sigue siendo, eso sí, libre y anónimo (si así se quiere). Dense gusto.
