22-11-2024 10:03:53 PM

Las pruebas del amasiato

Por Jesús Manuel Hernández

 

Para los panistas de antigua militancia no fue sorpresivo el abandono de las filas del partido de la esposa de Felipe Calderón. Es más, consideran que, con mucho tino, Margarita Zavala supo estirar el hilo hasta lo tiempos con más riesgos a fin de cumplir con un objetivo, ayudar a desmantelar a las fuerzas emergentes del panismo nacional donde poca cabida tienen los ex priístas y los colaboracionistas del régimen.

Zavala era el plan alternativo del amasiato Calderón-Peña Nieto para continuar con la creación de un nuevo sistema, basado en las complicidades políticas y económicas para cumplir con un nuevo orden social y político aceptable a los ojos de la posmodernidad y donde los “ismos” y la ausencia de partidos fuertes puede ser suplida por los compromisos transexenales.

Zavala jugó primero a descalificar y convertirse en la conciencia del partido, aprovechando la excelente imagen que cultivó por 33 años, muchos al lado de su marido a quien toleró y soportó los excesos en su comportamiento como candidato y presidente del país.

Era, dicen sus cercanos, un ejemplo de mujer abnegada. Quienes la visitaron en Los Pinos coinciden en que Margarita nunca hizo nada por detener los excesos de su esposo y el comportamiento que fomentó que sus hijos usaran los uniformes hechos a medida de todas los grados de las fuerzas armadas para jugar en los jardines donde creció Cuauhtémoc Cárdenas.

Álvaro Delgado, periodista y escritor, ha venido siguiendo muy de cerca la relación entre el grupo Atlacomulco, representado por Peña Nieto y el emergente dentro del PAN encabezado por Calderón quien auspició la llegada de priístas conversos al calderonismo con miras a proteger los intereses comunes y abrir los espacios para la posmodernidad política del país, los casos de Moreno Valle, Yunes y Elba Esther fueron ejemplares.

Un antiguo militante del PAN hizo esta reflexión en corto la noche del 6 de octubre luego de que trascendiera la carta entregada oficialmente en las oficinas del PAN donde se asienta la renuncia de Margarita Zavala: “curiosamente un 6 de octubre de 1992, hubo otro rompimiento en el partido, salieron los identificados con el llamado Foro Doctrinario y Democrático, donde militaban, Bátiz, González Schmall, González Luna, Madero y otros. Muchos pensaron que el partido desaparecería, que había sido un golpe mortal. Ocho años después los panistas que se quedaron llegaron a Los Pinos”.

El escenario de hoy pasa por condiciones diferentes, la figura de los candidatos independientes va en crecimiento y el rechazo a los partidos aumenta, sobre todo cuando el común denominador está basado en la complicidad para proteger y tolerar la corrupción.

El enemigo de todos ellos ha sido Andrés Manuel López Obrador, y para su desgracia el crecimiento de MORENA en todo el país es una constante que parece no tener freno lo que pone no sólo en evidencia el fracaso del sistema ideado por el PRIAN, sino en riesgo conservar la silla presidencial en 2018.

Así las cosas, el amasiato ideó tener dos opciones para trabajar en forma de pinza, de bisagra, contra López Obrador, el PRI y el PAN serían las caras externas y los adherentes que se sumaran al proyecto serían beneficiados en el reparto de diputaciones, senadurías, presidencias municipales y gubernaturas. Pero los planes fallaron cuando Anaya se mostró como una opción para Los Pinos, lo que deshizo la estrategia donde Moreno valle y Zavala eran cuadros viables.

Al inicio de la precampaña Margarita Zavala hizo un video que causó gran impacto en redes sociales y sumó a panistas y no panistas en un proyecto que reflejaba las nuevas tendencias y las necesidades de darle valor a los ciudadanos, las puertas se empezaron a abrir.

Televisa ayudó en balconear el conflicto sesgado a favor de lo que le convenía a Peña Nieto, en el matutino de Loret de Mola se abrieron las puertas a Zavala y Moreno Valle quienes dirigieron el discurso a un objetivo común: Ricardo Anaya. A esa línea se sumaron los ex priístas y colaboracionistas afiliados al PAN más por conveniencia que por ideología y principios.

El equipo de Margarita en ese entonces, recibió órdenes precisas de no atacar a Moreno Valle en las estrategias de redes sociales. Una prueba más de que el amasiato para que funcione necesita ejemplos.

Finalmente se da el rompimiento en medio de la cercanía de los tiempos que el INE ha marcado para que se inscriban candidatos independientes para competir por la presidencia en 2018. Margarita usó los tiempos, renuncia para estar a tiempo y cumplir con la ley y con ello intentará atraer a las corrientes de simpatizantes que la ven como una opción, con lo cual el discurso de las campañas tendrá varios vectores, con raíces aparentemente diferentes, pero con un objetivo común: frenar a como dé lugar a López Obrador. Margarita combatirá desde fuera a Ricardo Anaya, que no forma parte del plan del grupo del amasiato; el camino está libre para Pepe Meade, Moreno Valle no se irá del PAN, pero llegará al senado y será la carta de negociación del peñismo con los priístas y colaboracionistas.

La mesa está puesta, sólo falta que inicie el servicio. El amasiato ha recibido una prueba más de fidelidad y pasión por conservar el poder.

O por lo menos, así me lo parece.

 

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