Por Jesús Manuel Hernández
El escándalo del espionaje en México a través del programa “Pegasus” adquirido por el gobierno federal y que ha sido denunciado desde The New York Times, acorrala al presidente Peña Nieto y a su equipo de seguridad nacional, de cara a la sucesión de 2018, uno de los aspirantes más firmes, Miguel Ángel Osorio Chong, ha quedado “entre las patas de los caballos”.
El asunto hace recordar los casos de Puebla que no alcanzaron la divulgación de Pegasus pero que fueron o siguen siendo operados a favor del espionaje político de quien gobernó la entidad.
Desde la campaña de Rafael Moreno Valle se sabía de la contratación de la empresa SYM de Gadi Makotov responsable de bloquear las llamadas celulares de los priístas, operación que después la prensa nacional, Animal Político entre otros, (http://www.animalpolitico.com/2015/07/el-gobierno-de-puebla-uso-el-software-de-hacking-team-para-espionaje-politico/)
le adjudicara a Eukid Castañón.
La estrategia se perfeccionó a grado tal de ser usada para conformar el sistema de inteligencia de la Agenda de Riesgos del Gobierno de Puebla, un asunto que posteriormente fue desviado y sus operadores enfocaron objetivos hacia los enemigos políticos, locales y nacionales, de Moreno Valle.
A mediados del sexenio pasado apareció la empresa italiana “Hacking Team” responsable de emplear un sistema de archivos “exploits” con las plataformas “Galileo” y “Da Vinci”, capaces de infiltrar correos, obtener historial de llamadas telefónicas, acceso a contactos, captura de pantallas, grabación de llamadas, acceso a la cámara del celular o la computadora, infección de computadoras, entre otras lindezas, todo ellos al servicio del poder del ex gobernador.
Dentro del panismo fueron famosos los casos de espionaje a Juan Carlos Mondragón, Eduardo Rivera, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero; a éste último le infiltraron cuentas de correo para saber de sus operadores y con ello comprar los votos de los panistas a favor de Gustavo Madero.
En Puebla la capacidad de inteligencia digital no ha sido usada para combatir a la delincuencia, a las mafias, a los huachicoleros, al crimen organizado; los equipos adquiridos no han sido empleados para bajar el índice de secuestros o los feminicidios; sólo han servido para espiar a los enemigos del gobernador, para combatir a la oposición, para saber de la vida privada de políticos y periodistas no controlados.
El pasado 12 de enero, Mattathias Schwartz publicó un extenso reportaje en The New York Times Magazine bajo el nombre en español de “Ciberguerra a la venta”, donde el subtítulo alude al PAN en Puebla y da cuenta de las acciones de espionaje emprendidas por Moreno Valle (https://goo.gl/qRca4e)
Si de algo puede sentirse orgullo el ex gobernador es que en los temas de espionaje político ha sido pionero, tal vez él haya sido quien le recomendó a Peña Nieto hacer lo mismo.
O por lo menos, así me lo parece.