Siempre hemos dicho que los estudios de opinión pública en el ámbito de preferencias partidistas no pueden ser considerados como predicciones, aunque sean un dato importante para valorar si queremos realizar prospectiva y escenarios futuros en el ámbito de la política (local y nacional).
Por ello, haciendo a un lado los datos que tenemos a la vista (encuestas del BEAP siempre, con datos también muy recientes que pronto publicaremos), es evidente sin embargo que existen varios motivos con los que se explicaría qué puede pasar en la próxima elección del 5 de julio, para la cual ya solo faltan prácticamente 4 meses.
En primer lugar, las elecciones intermedias despiertan menos interés que las federales para Presidente de la República. La gente no sabe exactamente cuál es la función de un Diputado, pero además no quiere saberlo en virtud de que lo que conoce de ellos es negativo: Los medios siempre difunden notas en las que los legisladores son flojos, ganan mucho, no trabajan como el resto de los mexicanos y se pelean a cada rato defendiendo sus intereses partidistas.
Por ello, la verdad es que a poca gente le interesa quién es el candidato a Diputado por su Distrito y ni siquiera conoce al actual legislador en ese mismo entorno.
Así pues, el 5 de julio es previsible un muy alto abstencionismo. Ya lo hemos dicho aquí mismo y en todos los sitios donde hablamos: seguramente de 60 % o más.
Por otro lado, la gran mayoría de la gente anda mucho más preocupada por la terrible situación económica de su familia y del país, que por votar por lo que creen que es siempre lo mismo. Los políticos están desprestigiados y poca gente tiene buenos conceptos de ellos (salvo excepciones de algunos gobernantes bien vistos por la sociedad).
Y aún más, también la mayoría de la gente percibe que la violencia y la inseguridad es producto de malos manejos e incapacidad de los propios políticos y de muchos años de corrupción y de solapar a los propios delincuentes. También por ese motivo poca gente tiene interés en salir a votar.
Ahora bien, entonces ¿cuál partido podría ganar las elecciones próximas?
Bueno, al que le está favoreciendo todo lo que ocurre es al PRI. En primer lugar porque el abstencionismo le conviene siempre, pues puede mover sus estructuras (el “voto duro” que aunque cada vez es menos, todavía puede alcanzarles para ganar elecciones especiales como la próxima)
También, a nivel nacional, todo indica que la gente, aunque no responsabiliza del todo a Felipe Calderón por lo que ocurre en los ámbitos de inseguridad y crisis económica, no cree que el PAN haya promovido cambios trascendentes en el país. Es más, mucha, pero mucha gente hoy nos dice en las encuestas que “el PAN no encabezó el cambio que tanto pregonó”. Otra cosa que mucho nos responden es que “el PRI apoya más” o “el PRI gobierna mejor”.
En otras palabras, hay una tendencia que no le favorece al PAN, aunque no castigue totalmente a Felipe Calderón.
Y para terminar, hablando específicamente de Puebla, los gobiernos de Mario Marín y especialmente el de Blanca Alcalá, “jalarán” mucho el voto a favor del tricolor. La mayoría de la gente los califica bien y consideran que están trabajando. En Puebla capital y en todo el Estado, el PRI hoy aventaja claramente al PAN, es un hecho.
Sumando todo lo que hemos dicho hasta aquí, saque usted sus propias conclusiones. Si apasionamientos, siendo objetivos. ¿Cuál partido cree usted que gane la mayoría de Diputados en julio próximo?
jriverp@yahoo.com / www.beap.com.mx