“Me dicen el clandestino
Por no llevar papel
Pa’ una ciudad del norte
Yo me fui a trabajar
Mi vida la dejé”
Manu Chao, Clandestino, 1998.
Por Rosa María Lechuga
Erika es una mexicana que creció entre la basura y un puñado de sueños, sus padres dedicados a pepenar los residuos sólidos en el estado de México sólo pudieron darle la educación básica. En 2003 decide migrar a Minessota y eso le cambia el destino por segunda vez al no ser un estado con una población significativa de inmigrantes en ese entonces. Fábricas, invernaderos, casas para limpiar y restaurantes fueron sus lugares de trabajo para que 4 años después lograra terminar de construir su casa en su tierra natal y montar una empresa de limpieza doméstica en E.U.A. que le redituaba 150 dólares diarios por casa. Llegó a tener 10 casas a su cargo, una socia y varias empleadas. Hoy, ella tiene más sueños por cumplir.
Nuestro país tiene una larga tradición migratoria y la historia muestra cómo los flujos migratorios más importantes hasta nuestros días se registran hacia Estados Unidos como el principal territorio receptor de mexicanos. Después de la nación americana, para nosotros, los países destino son Canadá, España, Guatemala, Bolivia y Francia.
Cifras oficiales de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas y el Pew Hispanic Center (PHC) señalan que son casi 12 millones de residentes en Estados Unidos que nacieron en México.
Las no oficiales seguramente triplican los números, pero nadie está seguro de ello y esta migración que se vive al interior del suelo americano ha ido evolucionando.
La mayoría de los migrantes mexicanos viven tradicionalmente en la región suroeste, en costas californianas y en estados como Arizona, Nuevo México y Texas que hace más de un siglo eran parte de nuestro país. Los lugares “destino” han ido cambiando sobre todo a partir de 1990 y hoy, Nueva York, New Jersey y Connecticut –tan sólo por mencionar algunos- en la costa este, registran una fuerte concentración.
Por ejemplo, en Nueva York la población de residentes nacidos en nuestro país, de 1990 a 2010 ha pasado de cien mil a casi medio millón[1].
Año | Mexicanos en Nueva York |
1990 | 100, 000 |
2010 | 457, 288 |
Medio millón de mexicanos que sólo son tomados en cuenta en tiempos electorales, sirven de pasarela política en días festivos o que buscan a las cabezas de las principales comunidades de inmigrantes para comprometer el voto de quienes paradójicamente tuvieron que abandonar a su familia y amistades para ir en busca del sueño americano. Tan sólo en Nueva York hay 2,475 comunidades de latinos registradas oficialmente.
La migración para el gobierno se ha convertido en estadísticas, números y un jugoso presupuesto, pero hasta el momento los estudios son escasos más aún las políticas públicas en materia migratoria tienen una mala formulación y los programas para ayudar tanto para quien se va como para quien se queda son hechos lejos de las verdaderas necesidades de los migrantes.
Sin embargo, la organización de las comunidades de mexicanos ha logrado una presión política histórica al conseguir el voto en el extranjero desde el 2006 y así incidir en las decisiones políticas de México. La realidad es que el voto no está relacionado directamente con la cantidad de personas que residen fuera del país, es decir, pensando en una lógica que a mayor número de migrantes en Estados Unidos, la aportación en sufragios sería alta para los partidos políticos no es así.
Para corroborar esto, se ha tomado a 4 países (2 en América y 2 en Europa) que son “sociedades destino” por tradición para los mexicanos y así poder medir la participación política a través del voto de las personas nacidas en México residiendo en un país diferente.
País | Elección presidencial (votos) | Población | Porcentaje Proporcional | |||
Año | 2006 | 2012 | 2006 | 2012 | 2006 | 2012 |
Estados Unidos | 35,746 | 29,539 | 11,000,000 | 12,950,828 | 3.25 % | 0.23 % |
Canadá | 861 | 2,200 | 42, 714 | 69, 982 | 2.02 % | 3.14 % |
España | 1,238 | 2,186 | 18, 686 | 47, 441 | 6.63 % | 4.61 % |
Francia | 509 | 1,195 | 6, 712 | 12,370 | 7.58 % | 9.66 %[2] |
Para sorpresa, de las cuatro naciones, Francia registra un menor número de mexicanos pero es donde se tiene un alto porcentaje de participación, caso contrario de los que residen en Estados Unidos y aunque 29 mil votos son un monstruo frente a mil, lo cierto es que para tener doce millones de mexicanos y sólo registrar el 0.23% habla de que no se están tomando en cuenta a nuestros paisanos mucho menos un interés real por lo que les pasa allá.
¿Por qué ellos si tendrían un interés por lo que pasa en el país cuando se han visto abandonados, sin respaldo y sin una posibilidad de retornar en condiciones óptimas para su desarrollo cuando ellos han logrado gracias a su organización una comunidad representativa?
Su adaptación a la sociedad de recibimiento, la integración e incluso la discriminación sigue siendo un punto ciego para el gobierno pues el discriminar no sólo se da por parte de las autoridades, se da entre “compatriotas” y con los extranjeros en las mismas circunstancias.
En estos días he trabajado en una hipótesis sobre el interés de un mexicano por votar y por participar políticamente fuera del país que es ya un elemento a considerar para medir su influencia tanto en su país de residencia como de procedencia. Otros más son la identidad nacional construida desde su infancia a través de la familia y la educación recibida, el capital social es un factor que pesa mucho al seno de una comunidad y finalmente, la solidaridad transnacional, un tema poco explotado pero que poco a poco tomará relevancia sobre todo en una época para las comunidades mexicanas residiendo fuera del país y el efecto de la victoria de “Donald Trump”, presidente electo de los Estados Unidos que amenaza con deportar a más de 3 millones de mexicanos.
[1] Departamento de Planificación de la ciudad de Nueva York, 2010.
[2] Elaboración : tabla hecha a partir de la información proporcionada por el INE