Por: Valentín Varillas
La última visita oficial del presidente Peña a Puebla, en el sexenio de Rafael Moreno Valle, sirvió para confirmar los alcances y la solidez del pacto existente entre ambos personajes en la coyuntura electoral del 2018.
Forma y fondo se conjugaron ayer para mostrarnos a dos aliados que sumarán esfuerzos conjuntos para obtener beneficios mutuos.
Las actitudes de ambos durante el evento de inauguración del segundo piso de la autopista y el discurso salpicado de elogios mutuos por las dos partes, no dejan lugar a dudas.
Como mudos testigos de lo anterior, los socios de la empresa beneficiada con la concesión (Pinfra) -la favorita del presidente y su grupo-, quien ha encontrado en Puebla una jugosa fuente de negocios al amparo del poder.
Mejor imposible, para ellos.
Van juntos, pase lo que pase y parece que forman grupo para capotear mejor los rudos vendavales de la política nacional.
¿Quién lleva mano en los acuerdos?
La lógica elemental indicaría que, por un asunto de jerarquías, Peña intentaría jugar la carta de Rafael de acuerdo a su conveniencia.
La sucesión presidencial debe ser para él un tema de absoluta prioridad.
En ese contexto y bajo esa óptica, se decidirá en su momento si el proyecto presidencial del poblano cuaja para esta elección o bien se pospone un sexenio.
De ser así, Moreno Valle negociaría posiciones importantes para él y su grupo, además de obtener la garantía de que Puebla se convertiría en su feudo absoluto.
Sí, hoy se vive una realidad distinta a la que se pronosticaba durante el primer año del gobierno de Peña.
Qué menor luce ahora aquel 26 de febrero de 2013, día en el que fue detenida Elba Esther Gordillo al momento de aterrizar en un avión particular en el aeropuerto de Toluca.
“El martes negro de Rafael”-lo bautizaron los más cercanos al gobernador.
En la mismísima oficina de Miguel Ángel Osorio Chong recibió la noticia.
En teoría, se trataba del peor escenario para el alumno más avezado de “la maestra”.
En la realidad no fue así.
Lejos de convertirse -como todo pronóstico indicaba- en un damnificado colateral de la detención, se pactó la génesis de una alianza que ha resistido el paso de los años y las calenturas electorales.
Llegaron ya los tiempos de las definiciones, de los pagos de facturas.
De su fracaso o su éxito dependerá el mapa político que definirá a Puebla y al país para los próximos años.