22-11-2024 05:15:46 AM

Las verdaderas posibilidades del PRI II (Puebla)

Por: Rodolfo Rivera Pacheco

Desde finales de los 80´s del siglo pasado y durante las décadas siguientes, el PRI ha perdido varias veces muchos Estados de la República. En su momento, Baja California (el primero y que nunca ha podido recuperar, del PAN) Baja Sur (PAN), Chihuahua (PAN dos veces), Sonora (PAN), Nuevo León (PAN), Zacatecas (PRD), Sinaloa (Alianza PAN-PRD), Aguascalientes (PAN), Guanajuato (que tampoco ha podido recuperar al PAN), Querétaro (PAN), San Luis Potosí (PAN), Jalisco (PAN tres veces), Nayarit (PAN), Distrito Federal (PRD), Puebla (Alianza PAN-PRD), Tlaxcala (PAN y PRD), Morelos (PAN y PRD), Yucatán (PAN), Michoacán (PRD dos veces), Guerrero (PRD), Oaxaca (alianza PRD-PAN), Chiapas (PRD), Tabasco (PRD) y últimamente Durango (PAN), Tamaulipas (PAN), Veracruz (PAN-PRD), Quintana Roo (PAN-PRD)…

O sea, el PRI ha perdido prácticamente todos los Estados de la República en su momento (los últimos “bastiones” del PRI donde nunca ha perdido creo que ya nomás son Estado de México, Coahuila, Colima, Campeche e Hidalgo). Pero salvo los dos mencionados (BC y Gto.), los recientes y el D.F., en todos ha regresado uno o dos sexenios después. Y en algunos vuelve a perder y luego vuelve a ganar.

La pregunta original debería de ser: ¿Por qué pierde el PRI?

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Esta es relativamente fácil de responder. Fue el partido que gobernó todo el país durante décadas después de la Revolución y terminó por hartar a la sociedad con sus historias de corrupción y excesos. Vino una transición político-sociocultural desde los años 70´s del siglo pasado y todo desembocó en la alternancia primero en los Estados y luego en la Presidencia de la República. La sociedad mexicana quería cambio y alternancia, castigada por las recurrentes crisis económicas causadas por malos gobiernos del PRI.

Y en los distintos Estados siempre es la misma historia: Gobernadores desprestigiados, corruptos o simplemente incapaces provocan un fuerte voto de castigo hacia el tricolor y su desgastada clase política y… pierden la elección estatal.

Pero… el PRI gana una, dos o tres gestiones después en los distintos Estados del país, que como ya hemos visto, ya han sido casi todos.

Es decir, el PRI no muere del todo en el subconsciente colectivo electoral de los habitantes de las diferentes Entidades de la República. ¿Por qué no ha desaparecido del mapa electoral de México y también pudo recuperar la Presidencia de las República en 2012 luego de dos gestiones panistas? ¿Por qué el PRI no termina de morir nunca?

Bueno hay varios motivos.

En primera, porque el partido que lo sucede en los distintos Estados (marcadamente el PAN, pero también hay casos del PRD) repite las historias de incapacidad o corrupción que tanto criticaron originalmente de los Gobernadores emanados del PRI. Y la sociedad ahora los castiga a ellos, pues la gente no suele tolerar a los hipócritas que antes vomitaban sobre la corrupción priísta y terminan siendo iguales o peores. Eso ha pasado una y otra vez en Chihuahua, Nuevo León, Sonora, Zacatecas, Querétaro, Aguascalientes, Jalisco, Nayarit, Michoacán, Guerrero, Morelos, Tlaxcala, Yucatán. Y seguramente sucederá en Veracruz (se los puedo asegurar), Quintana Roo, Durango o Tamaulipas (de reciente derrota para PRI).

Segundo motivo; porque en la gran mayoría de Estados donde gana la “oposición” al PRI (ya sea PAN o PRD o alianza entre ellos), lo hacen con… priístas, resentidos de que no les tocó una candidatura y ahora se vuelven férreos críticos y opositores de la “terrible corrupción e incapacidad” de los gobiernos emanados del partido al que ellos mismos pertenecieron meses antes. Pasan algunos meses y esos ex priístas vuelven a cometer los mismos excesos que traían en los genes y la gente termina por castigarlos en las urnas por farsantes. Eso ha sucedido en Zacatecas, Michoacán y Guerrero (con PRD) y sin falta en Sinaloa, Oaxaca o muy probablemente suceda en Puebla, Veracruz, Quintana Roo con Gobernadores expriístas que han ganado bajo las siglas del PAN o de alianzas.

Tercer motivo. Porque la gente ya busca incesantemente la alternancia en sus localidades. Este es el verdadero triunfo de nuestra incipiente democracia. Aún sobreviven los corruptos partidos y sus integrantes, pero la gente ya se ha dado cuenta de que su voto tiene un gran valor y puede utilizarlos para castigar a malos gobiernos. En todas las localidades donde hacemos encuestas los del BEAP, los habitantes siempre critican implacablemente al gobernante en turno porque lo conocen bien. Y donde gobierna el PRI a la siguiente gana el PAN, pero donde gobierna el PAN luego regresa el PRI; o bien muchos ya están optando por candidatos de partidos chiquitos que son conocidos en el pueblo y ahora les dan la oportunidad de demostrar que son diferentes… hasta que ellos también se vuelven ratas y la gente regresa con… el PRI.

Todo este preámbulo lo abordé para intentar analizar lo que ha sucedido y sucederá en Puebla. El PRI perdió estrepitosamente en 2010 contra un ex priísta bajo las siglas del PAN y una alianza que convenció a la mayoría de ciudadanos. Y recientemente volvió a perder con un candidato impulsado desde el Gobierno del Estado usando todos los excesos que siempre criticaron del nefasto PRI (aunque todos los operadores electorales del morenovallismo, empezando por su propio líder provienen… del PRI).

La pregunta es –nuevamente- ¿Está muerto el PRI en Puebla? ¿Nunca volverá a ganar? ¿Tiene posibilidades reales para la próxima elección ya muy cercana de 2018? ¿Podrá regresar en 2018, ahora que el PRI está muy dañado a nivel nacional y el Presidente de la República emanado de sus filas está tan, pero tan desprestigiado? ¿Hay realmente algún candidato o candidata del PRI que pueda ganarle al aparato morenovallista? ¿Hubo negociación en 2016 con el Gobierno federal pero esa misma negociación significa que 2018 será para el PRI?

Las respuestas a esas y varias preguntas más, ahora sí, en la próxima columna.

okrodo

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