Por: Rodolfo Rivera Pacheco
Para mí no hay nada más entretenido que leer a columnistas de periódicos, tanto nacionales como locales. Desde luego me quita mucho tiempo para leer libros, novelas u otras cosas más interesantes (artículos científicos de mi profesión, divulgación, etc.). Pero de que me entretiene, pues es un hecho.
Y es que en Puebla es un ejercicio de análisis de contenido muy interesante. Leer columnas de quienes interpretan la realidad a su modo. Los que quisieran que la realidad fuera como ellos quisieran. Y los que de plano construyen su propia realidad y viven su mundo paralelo. Pero lo más interesante es que piensan que nadie se da cuenta o que todos les creen. Porque además se indignan cuando alguien piensa de manera distinta o los critica. Repito, es muy entretenido.
Bueno, todo este preámbulo es para intentar entender lo que pasa actualmente en Puebla con respecto a la sucesión en el Gobierno del Estado, que se verificará primero el próximo año para una gestión de 1 año 8 meses y luego para un sexenio normal en 2017.
Hay quien asegura que el Presidente Enrique Peña Nieto y sus estrategas están completamente decididos a ganar todas las elecciones venideras para colocar al PRI como primera fuerza y en la antesala de repetir en la Presidencia de la República. Que la llegada de Manlio Fabio Beltrones es la señal de que irán con todo para ganar las elecciones para Gobernador en todo el país. Que Beltrones es archienemigo de Rafael Moreno Valle y desplegará todos sus esfuerzos para ganarle la elección del año entrante. Que Peña Nieto está distanciado de Moreno Valle desde que la esposa de éste último se burló de aquel de que es guapo pero no sirve para nada. Que la llegada de Rosario Robles a SEDATU es otra señal de que se acabó la interlocución con el Gobernador de Puebla. Que Peña Nieto sabe que Moreno Valle suele traicionar acuerdos. Que Osorio Chong tiene un abultado expediente negro sobre Moreno Valle y colaboradores cercanos que será “reventado” próximamente. Y mil argumentaciones más por el estilo.
Pero hay otro grupo de sesudos análisis que aseguran que todo lo anterior es completamente falso. Que Peña y Moreno Valle son más que amigos, cómplices, pues los mismos consorcios empresariales internacionales los apoyan a ambos y no van a permitir que sus negocios se vean afectados. Que el padre del Gobernador es el que maneja toda la estrategia financiera en ese sentido y que desde hace muchos años conoce a la familia del Presidente, por lo que Peña y Moreno Valle se conocen desde chamacos. Que el Presidente siempre ha visto como un aliado al Gobernador, pues le ha servido como interlocutor con el PAN. Que Rosario Robles prácticamente fue echada de SEDESOL y que arribó un “brother” de Moreno Valle, Pepe Meade, que lo apoyará en todos sus proyectos. Que el que Robles haya sido designada como interlocutora del Presidente en Puebla no significa nada negativo para Moreno Valle.
Vamos, que Peña prefiere que Moreno Valle gane la elección presidencial en lugar de López Obrador y que por eso todo está ya negociado en Puebla: El candidato de Moreno Valle ganará la próxima elección pues Peña necesita del Gobernador para 2018.
¿Cómo la ven los cuatro que leen esta aburridora columna?
¿Quién tendrá la razón? ¿Los que juran que Peña ha decidido acabar con Moreno Valle y su sueño presidencial y empezará dándole una paliza en la próxima elección estatal? ¿O los que sostienen con total seguridad que todo está negociado y que Peña permitirá que Moreno Valle conserve Puebla y después será su aliado en 2018 para detener al Peje?
Pues yo recuerdo que mi padre me pedía siempre seguir la máxima aristotélica de buscar y encontrar el justo medio.
Yo creo que ambas vertientes de análisis tienen mucho de cierto. Pero también mucho de fantasía.
Creo que los políticos profesionales siempre negocian y que engañan con la verdad. Es su oficio y mal harían con no hacerlo. Creo que Peña sí es buen amigo de Moreno Valle y sus familias sí se conocían desde hace años. Las visitas del Presidente una y otra vez a Puebla jamás han demostrado que no se lleven; eso solo lo ven los columnistas que así quisieran que fuera. Peña usa su buena relación con el Gobernador poblano y Moreno Valle juega también su estrategia de no romper con el Presidente… todavía.
Pero también creo que tarde o temprano cada quien buscará defender sus propios intereses y proyectos. Por supuesto que Peña Nieto quiere conservar para el PRI la Presidencia de la República, a sabiendas que si arribara alguien de la oposición su futuro muy probable sea la cárcel (como es la moda en todo el mundo, para legitimar triunfos opositores). Claro que la llegada de Manlio Fabio Beltrones significa que el PRI quiere ganar y retener todo lo que pueda.
Vaya, al final, tanto Peña como Moreno Valle harán lo que les convenga, como todos los políticos en el planeta. Pero buscar pleitos o elecciones ya pactadas desde hoy, es un quehacer infructuoso. Desde luego que Puebla pasa por todo ese tránsito. Esperemos a ver qué ocurre en próximas semanas y meses.
Eso sí, cuando se sepa quién es el candidato (a) del PRI a la minigubernatura poblana, puede ser un buen momento para ver si hubo o no negociación. Antes no.
Por supuesto, yo seguiré entreteniéndome y sonriendo al leer a mis no pocos amigos columnistas poblanos y nacionales.
