Mucho hemos escrito acerca de las preferencias electorales en nuestro entorno local. Por supuesto, siempre sustentando nuestros juicios en las mediciones que llevamos a cabo en el BEAP.
Y, efectivamente, sigo sosteniendo que estamos presenciando una mala época para el Partido Acción Nacional en cuanto a tendencias favorables, sobre todo por la gran cantidad de problemas a los que se ha visto enfrentado el Presidente Felipe Calderón y de los cuales la mayoría de la gente lo hace responsable (y desde luego con razón, tampoco crean los simpatizantes del PAN que todo lo que pasa en México es por problemas externos en los que no tiene nada que ver el Primer Mandatario…).
La mayoría, pues, considera que Felipe Calderón o el PAN no han cumplido con las expectativas que se tenía de ellos.
Pero no se equivoquen. También hemos expuesto que cada proceso electoral es distinto. Que mucho tiene que ver el partido, pero también los candidatos, las gestiones locales y hasta una buena o mala campaña. Y sobre todo: Faltando tanto tiempo para un proceso electoral, las preferencias que se registren en este momento pueden cambiar radicalmente.
Por solo poner un ejemplo. Recientemente estuvimos haciendo encuestas en el Estado de Guerrero, dentro de su proceso local para elegir Presidentes Municipales. Y ahí… ¿sabía usted que en Acapulco, a dos meses y medio de la elección, el PRI estaba más de 15 puntos porcentuales abajo del PRD en las encuestas serias? Y en ocho semanas todo cambió. El PRD se fracturó, lanzó a una candidata poco carismática y Convergencia y PT lanzaron a su propio candidato.
Resultado: La misma izquierda abrió un boquete para que el candidato tricolor comenzara a remontar en las encuestas y terminó ganando por poco más de 4 puntos porcentuales. ¿Enseñanza? Nadie tiene garantizado el triunfo en ninguna parte. Quien hoy está a la cabeza en preferencias se puede caer en unas semanas. Las cosas pueden cambiar y favorecer al partido que anteriormente estaba a la baja.
Bueno. Pues todo esto lo expongo porque el hecho de que el PAN hoy esté, de acuerdo a nuestras mediciones aquí en Puebla, unos 9 o 10 puntos abajo del PRI con miras a la elección de Diputados Federales para el próximo año, de ninguna manera significa que ya perdió automáticamente la elección.
Y harían muy mal los priístas en ya andar cantando victoria tan anticipada. Vamos, algunos ya pregonan que ganarán la mayoría en San Lázaro, que ganarán fácilmente la Gubernatura en 2010 y que la elección presidencial será un juego de niños para que el tricolor retorne a Los Pinos… con el candidato que sea.
Reitero: Todo puede cambiar. Las preferencias son indicativos importantes (de empresas encuestadoras serias, desde luego) pero nunca definitivos faltando muchos meses para una elección. Los panistas poblanos, por cierto, han recibido durísimas lecciones por andar cantando victorias fáciles anticipadas.
Y ahora resulta que ya contagiaron a los priístas y muchos de ellos también andan diciendo que con “cualquier candidato se gana la próxima elección” (federal y estatal). Nada más falso. Créanme: He sido testigo de cómo la confianza es la madre de todas las… tonterías.
Por favor, no hagan malas lecturas de las encuestas (serias).