30-04-2024 12:32:21 PM

EPN-RMV: Conveniencia, gobierno y sucesión

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Algunos son cautos y dicen que hay un pacto entre el presidente y el gobernador, mientras que los últimosaseveran que hay una batalla discreta con el trasfondo de 2018.

Son tres razones de esta relación y su importancia:

La conveniencia mutua es la primera de ellas.

Moreno Valle quiere hacer obras, promover su imagen y tener peso político nacional. Es alguien que cumple acuerdos. Y a Los Pinos no les desagrada la idea de tener alguien que haga un trabajo que lleve reflectores al presidente. Que haga obras no disgusta y menos si las realiza con las instrucciones y los beneficiarios que quieren Los Pinos.

De la muestra suprema de esaconveniencia “institucional”,en forma de declaración,fue testigo López Dóriga en la “entrevista” (esa publicidad llena de preguntas) de hace unos días. Es una joya del viejo PRI en boca de un Moreno Valle convertido en panista. El gobernador defendió la labor del presidente en la tragedia de Ayotzinapa y afirmó: “[M]e parece que debemos, en primer término, ser muy solidarios con el presidente de la república. Ha dado mensajes muy claros de su compromiso con la construcción de un gran país…”.

La segunda razón es que Peña necesita gobernar.

El presidente necesita gobernar más allá de las reformas. Necesita inaugurar obras. Su calidad, oportunidad y costo no importan.

Lo importante es esa apariencia de gobernar. Necesita un discurso distinto que las disculpas y excusas que debe dar por la Casa Blanca yAyotzinapa. En ese contexto, dos gobernantes funcionan como válvula de escape: Moreno Valle y Mancera. Son ajenos a su partido, pero son un oasis político en comparación con el desierto priísta que representan Javier Duarte (Veracruz), César Duarte (Chihuahua),Eruviel Ávia ( Edo. De México), el payaso de las cachetadas, Manuel Velasco (Chiapas) oMariano González (Tlaxcala), por mencionar algunos.

La tercera razón tiene que ver con la sucesión de 2018.

Peña Nieto quiere ser el fiel de la balanza. Buscará que Osorio Chong lo suceda, pero Manlio Fabio acecha como un tiburón blanco la candidatura priísta y eso es un dolor de cabeza para el círculo del presidente. Por eso buscará tener cartas en otros partidos. Descontando a Morena y Movimiento Ciudadano, donde el abanderado será López Obrador o Ebrard, Peña apuesta a que en el PRD su carta sea Mancera y en el PAN sea Moreno Valle.

Ambos tienen peso político propio para jugar en el ajedrez electoral y serán útiles para la segunda mitad del sexenio (por la razón antes enunciada). Operan (en el caso de Moreno Valle) y ayudan a debilitar a la izquierda (en el caso de Mancera). Peña juega con ellos el seductor rompecabezas del “tapado de la oposición”.Son roles similares al papel que jugó Peña Nieto en la pasada administración. Él fue el mal menor que Calderón encontró cuando el PAN impuso a Josefina y enfrente estaba López Obrador. No quiere decir que haya sido el favorito del presidente, sino que, en la coyuntura electoral, el utilitarismo caracteriza al inquilino de Los Pinos.

Peña aprendió de Calderón.Entendió que si el partido no va en la misma línea del presidente, este puede dirigir su mirada a un sitio distinto.No importa que sea de oposición. El poder no distingue colores, solo reconoce autoridad.

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