Ahora se entiende el hecho de que la administración estatal dé prioridad a constructoras foráneas en lugar de las empresas locales: el tamaño de los moches es directamente proporcional al tamaño de los errores en la materia; pero eso no importa, lo que les interesa es que al final, las constructoras se pongan a mano con su comisión para financiar el cochinito presidencial.
La construcción del paso elevado de la 31 poniente se adjudicó a la empresa Contrucciones y Dragados del Sureste, con sede en Tabasco.
Originalmente, la obra tendría un costo de 189 millones de pesos pero al final se elevó un 20 por ciento más, es decir, 235 millones de pesos.
El sobrecosto de 46 millones de pesos, curiosamente, equivale al 20 por ciento que el gobierno del estado cobra a las constructoras foráneas como comisión para entregarles las obras.
Construcciones y Dragados del Sureste no solo sobregiró el costo del puente elevado, sino que además no lo ha terminado.
Moreno Valle acudió a inaugurar un puente inconcluso, con evidentes retrasos en alumbrado, con fallas en las juntas de las trabes en la parte elevada, falta de pintura y señaletica.
Esta no es la primera obra que la empresa tabasqueña deja incompleta o que termina a marchas forzadas.
De acuerdo con la ficha de avances sobre las obras contratadas en el 2014, contenida en la página de transparencia de la Secretaría de Infraestructura; Construcciones y Dragados del Sureste dejó suspendida la obra de mejoramiento de la sección hidráulica, obras de protección y reconstrucción de los accesos del puente vehicular “Los Piñales” ubicado en el camino rural Xicotepec – Los Piñales – Itzatlan, km 10+650, en el municipio de Xicotepec de Juárez, afectada por lluvia severa del 12 al 16 de Septiembre del 2013, en 31 municipios del Estado de Puebla.
No se especifica el por qué de la suspensión de la misma, ni se dice si hay fecha para terminarla. Simplemente, la dejó botada con un 90 por ciento de avance. Tal vez la abandonó para poder cumplir con el compromiso del puente de la 31.
Pero las irregularidades de esta empresa no paran ahí.
En el año 2012, la empresa tabasqueña enfrentó denuncias ante la SCT por la mala calidad en la construcción de los tramos carreteros de Santuario “A” – Santuario primera sección de 2 kilómetros y de el Golpe – Julián Montejo de 4.8 kilómetros, en la costa de Cárdenas, Tabasco.
Dicha obra fue financiada por el gobierno federal a través de la SCT con recursos del fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN), precisamente porque las comunidades que se verían beneficiadas por el camino resultaron afectadas por varias inundaciones.
De acuerdo con la denuncia presentada por varios representantes comunitarios, durante la construcción del camino de casi 7 kilómetros, Construcciones y Dragados del Sureste engravó dos tramos de carreteras sin haber rastreado, cuneteado y aplicado el grosor de al menos 10 centímetros, dejando la grava suelta ya que no fue compactada como corresponde en este tipo de obras, acciones que son elementales en la construcción de cualquier camino; sin embargo, la empresa que se dice experta en la materia, omitió algo tan simple.
Así es como se las gasta el gobierno de Puebla en la adjudicación de la obra pública: ningunea a las empresas locales y favorece a las foráneas, las únicas con el capital y el descaro necesario para pagar jugosos moches, aunque la calidad quede en entredicho.
