El hecho de que sólo el 30% de las empresas familiares pasen de la primera a la segunda generación y, de éstas, apenas el 10% alcanzan la tercera generación, subraya la fragilidad de casi la totalidad de las micro y medianas empresas. Por ello para asegurar el éxito y la continuidad de la empresa familiar se requiere profesionalización en la administración, señaló Rafael Calva, director de la Universidad Mesoamericana del Golfo.