Planes presidenciales viento en popa, Congreso estatal de serviles empleados, empresarios que le tienen terror, medios comprados con baratos convenios pero amenazados con quitárselos.
En fin. Rafalandia en su apogeo.
Pero a alguien se le tuvo que ocurrir el quitarles el Registro Civil a las mugrosas Juntas Auxiliares del Estado. Y una maldita Ley Bala que al final tuvo que ser modificada. Perversa realidad que no se ajusta a mis designios.
La historia que siguió todos la sabemos. Y muchos de todo el país y de otros países aunque se niegue y reniegue. Luego de una brutal represión policíaca disparando proyectiles –cartuchos de gas lacrimógeno y cilindros de goma- un niño murió en Chalchihuapan.
Eso es lo único cierto y verdaderamente importante. Un niño muerto, pero cuyo asesinato es negado por un Gobernador que nunca quiso reconocer su error. Pudo haber hecho un inteligente control de daños, salir a dar la cara y decir que él no dio la orden, que fueron subordinados los que se equivocaron y además acudir a ver al niño herido y cooperar para su restablecimiento. Si lo hubiera hecho, juro que hasta hubiera sido bien visto por los poblanos. Pero se negó. Prefirió esconderse y montarse en su macho de soberbia.
Hoy hay resultados de todo lo narrado.
Ayer se llevó a cabo una gran marcha contra el Gobernador Rafael Moreno Valle. Yo estuve presente. Quería ver quiénes y cuántos acudían. He participado en marchas desde hace más de 30 años. Yo estuve en las que se organizaron contra el fraude electoral de Jorge Murad en 1983, estrenando mi mayoría de edad. O sea, antes que nacieran muchos tuiteros-paleros del hoy Gobernador. Sé contar y calcular también.
Tranquilamente unas 10 mil personas fueron caminando a lo largo de la Avenida Juárez y Reforma. Al llegar al Zócalo había más gente. Pienso que quizás cerca de 15,000 personas. Es difícil saberlo. Pero no los 1,250 que la autoridad estatal pregona. Es estúpido sostener eso. Los deja peor. Entiendan. No hagan más el ridículo.
La Marcha contra Rafael Moreno Valle logró que despertaran todos los que se han sentido agraviados por su gobierno. No es ya el más querido y popular candidato que pedía con sentida voz a los poblanos: “Abran los ojos”. No, ahora le mientan la madre, le gritan asesino, ratero, corrupto, mentiroso, represor y mil calificativos negativos más. Esa es la corriente de opinión que tenía que surgir. Era una minoría silenciosa que tardó en salir, pero salió.
En la marcha andaban panistas como Ana Teresa Aranda, Francisco Javier Torres “el Bony”, Hilario Gallegos. Ex panistas como Gabriel Hinojosa o Ricardo Villa Escalera. Líderes y partidarios de MORENA. Perredistas. Sindicalistas. Empresarios como Emilio Maurer. Universitarios como Mario Iglesias García Teruel. Mototaxistas indignados. Dueños de Verificentros asqueados de la chingadera de clausurarles sus negocios y dárselos al drogadicto de Jorge Kawaghi Macari y su guapo primo. Habitantes de Tetela y otros Municipios del norte del Estado que no quieren minas destrozadoras y rateras. Ciudadanos hartos de los cobros del SOAPAP privatizado. Indignados por el Gasoducto. Periodistas críticos reales y fingidos. Y cientos y cientos de personas comunes y corrientes que simplemente ya NO quieren a @RafaGobernador y sus mentiras.
Como era de esperarse, Comunicación Social de Gobierno del Estado minimiza la Marcha (la minimiza pero sí que les duele). Y sus medios paleros también. Mientras algunos tuiteábamos sobre la Marcha, otros informaban de partidos de futbol o espectáculos o idioteces. Al igual que muchos babosos que trabajan o para el gobierno del Estado o para el de Antonio Gali. Natural, tienen que comer. Pero caen muy mal. No lo digo yo, sino los cientos de tuiteros críticos que los ridiculizan y se mofan de ellos.
Ni un Diputado o representante popular. Solo la Diputada local Geraldine González de la Garza, del Partido Verde Ecologista y tehuacanera. Mis respetos. Es la única con ovarios en Puebla de ese Congreso de empleados y miedosos… y maiceados.
El problema no es cuántos fueron a la Marcha contra Moreno Valle. Sino cómo ha repercutido en la opinión pública de gente pensante. Las redes sociales han sido devastadoras. Si fueron 10 mil a la marcha, en internet hay cientos de miles criticando a Moreno Valle. Y siguen sin entenderlo sus retrasados corifeos. El mote de “Gober Bala” ha quedado para la eternidad. Igualito que su odiado Gober Precioso. Y reitero: En las redes sociales se encuentran todos los que sí votan, los que sí opinan, los que sí participan en política.
El estado de opinión pública para Rafael Moreno Valle es, pues, negativo. Y tiende a crecer. Jamás imaginó el Gobernador poblano que esto le fuera a ocurrir en este fatídico 2014. La buena imagen se derrumbó como un castillo de naipes antes un soplido. Lo dicen las encuestas serias, no yo. Es posible diseñar una buena imagen de la nada. Pero es casi imposible reconstruir una imagen dañada por el desprestigio, sostienen los expertos en “consultoría de imagen” y “branding personal” (risas).
“¡Carajo…! ¿A quién se le ocurrió quitarles el pinche Registro Civil a esos mugrosos?! ¿En qué maldito momento dieron la orden de disparar?!! ¿Por qué no me avisaron lo que ocurría realmente, pendejos?!!!”
Mmmmm. También hay respuestas a eso. Espérenlas.
Y ya vale madres lo que dictamine la mentada Comisión Nacional de Derechos Humanos… La Vox Populi ya ha dado su veredicto.
Rafael Moreno Valle es culpable. Punto.