Para que presentaran formalmente una denuncia por las agresiones policíacas que derivaron entre otras cosas en la muerte de un niño, hecho ya conocido nacional e internacionalmente.
De acuerdo a notas periodísticas, se le presentan cientos de fotografías, videos, testimonios presenciales, grabaciones y desde luego decenas de pruebas físicas de los proyectiles que lanzaban los policías, para comprobar que los primeros en disparar contra los manifestantes fueron los policías y que sí usaron –desde luego- cartuchos de gases y hasta cilindros o balas de plástico o goma.
Vamos, ya no se puede presentar más evidencia.
Ahora la pregunta es si la mentada Comisión valorará lo presentado y emite un veredicto contra las autoridades poblanas por violar gravemente los derechos humanos de los manifestantes y por el asesinato de un menor.
Veamos el contexto de lo que puede ocurrir.
Si
Más aún. Se comprobaría que los tiradores priístas a una candidatura presidencial ya también han comenzado a manejar escenarios –sobre todo el Secretario de Gobernación Osorio Chong- y ya no dejarían pasar la oportunidad de quitar de en medio al más fuerte precandidato panista (y quizás perredista) a la presidencia en 2018.
El veredicto de
De esa sí ya no se levantaría el gobernador poblano en cuanto a sus aspiraciones presidenciales. Terminaría su gestión en Puebla cuestionado, humillado y sin futuro. Sí, como Mario Marín: Porque si Derechos Humanos falla contra el morenovallismo,
Pero si
Si el Gobierno federal apoya un veredicto de Derechos Humanos que exonere al gobierno poblano, estaremos presenciado que los acuerdo políticos futuros entre Peña Nieto y Moreno Valle son inquebrantables. Aún cuando fueran en contra de las aspiraciones de los precandidatos tricolores a
¿Habrá negociado su futuro Peña Nieto con Moreno Valle y practican una complicidad más allá de los colores partidistas, apoyados por televisoras, empresas nacionales y transnacionales y hasta gobiernos extranjeros como el de U.S.A.? Suena medio loco y hasta idiota ¿verdad?
Pero yo desde 2010, he comprobado que en la política mexicana todo, absolutamente todo puede pasar. Y que alianzas inconcebibles –e idiotas- en las más altas esferas sí suelen ocurrir.
Eso sí, veremos de qué están hechos los priístas de a de veras, que se quedarían como perros sin dueño otro sexenio. ¿Lo permitirán?
Ja. No se ni para qué pregunto.