El tema parecería un asunto local, pero no es así, las características de la problemática encajan perfectamente con lo que, sin duda, es común en Latinoamérica.
Le platiqué que en el centro histórico de Pueblacada año – en torno al 16 de julio – suelencerrarse 5 calles a la circulación sobre la avenida 16 de Septiembre-entre la 21 y la 11 Poniente- y en las calles aledañas de la 2 a la 3 sur; así que si usted intenta recorrer a pie dicho tramo podría tardar de 45 a 60 minutos. También es impensable que cuerpos de emergencia puedan cruzar por el lugar.
Las festividades de la virgen del Carmen en el antiguo barrio del que toma el nombre, se convierten en una bomba de tiempo para miles de personas y vehículos que transitan entre instalaciones eléctricas improvisadas, viejos juegos mecánicos y cientos de tanques de gas L.P. para poder respirar la cultura entre los templos religiosos de los siglos XVII al XIX, casonas del siglo XVIII, XIX y primera mitad del XX, algunas de ellas afectadas por las intensas lluvias de esta temporada, los frecuentes sismos y el paso del tiempo.
El panorama se agrava porque los comerciantes ambulantes disponen a su conveniencia de las calles en conflicto.
Hasta el año pasado los ambulantes acaparaban comercialmente casi en su totalidad a los visitantes, debido a que se había hecho una costumbre que los puestos improvisados de mercancía se colocaban en hileras a los costados de la calle, así, la parte trasera de cada puesto tapaba la fachada, las entradas de las viviendas y los exhibidores de los comerciantes establecidos. De tal manera que el escaso medio metro entre la parte trasera de los puestos ambulantes y las edificaciones era virtual, porque en realidad lo ocupan los accesorios, conexiones eléctricas peligrosas, comensales y mercancía apilada.
El año pasado – con otras autoridades municipales- se dio un gran paso: los locales ambulantes se colocaron al centro espalda con espalda dejando con ello completamente libres las banquetas y se redujo el tiempo de las vialidades cerradas; esto hizo más ágil la circulación por el mercado ambulante, permitió a las personas ciegas hacer uso de las guías colocadas en las aceras, se facilitó la entrada y salida por las viviendas y la visibilidad de los aparadores de los comercios establecidos.
Desgraciadamente el sistema de techado que emplean los comerciantes ambulantes continuó inutilizando en gran medida el costoso y tan presumido sistema público de video vigilancia.
Hasta ahora en la Feria del Carmen han estado ausentes eventos culturales y artísticos de altura ¿No es indigno esto en una capital que presume de ser la sede del mayor número de universidades en México (sólo después del Distrito Federal), y que por si fuera poco es Patrimonio Cultural de la Humanidad? ¿Será este año el inicio de un rumbo distinto en la historia de este tipo de festividades?
Ciudadano Presidente Municipal de Puebla –léase extensivo a todas las autoridades locales de las diferentes ciudades latinoamericanas-:¿está usted consciente que por complacer las exigencias de un grupo de comerciantes ambulantes podría poner en riesgo la integridad de ellos mismos y de los colonos? ¿Se percata usted que ésta es su oportunidad para que a partir de ahora los mercados ambulantes que se establecen en torno a las iglesias sede de la festividad en turno sean transformados en espacios donde interactúen cómoda y pacíficamente los ciudadanos y además alberguen manifestaciones artísticas?
Como le dije al inicio, el escenario que he descrito sobre la festividad del Carmen en la ciudad de Puebla puede ser motivo no sólo de denuncia, sino de estudio sociológico y actuar responsable de las autoridades locales, así no tendríamos que decir anualmente con enfado: ¡Otra vez la Feria del Carmen!
