La celebración de nuestras fiestas patrias y los acontecimientos en la vida nacional, nos llevan a una pausa en los temas que hemos abordado por varias semanas, para proponer algunas reflexiones… van…
El 2 de julio del 2000, muchos pensamos que fenecía el viejo sistema político mexicano. Lo sucedido de entonces para acá, ha dejado muy claro que no fue así. Multitud de actores dejaron el peso de la transición sobre los hombros de Vicente Fox. Puede haber sido desafortunada su frase ¿por qué yo? pero es explicable que así respondiese a un cuestionamiento al que un solo hombre no tiene como dar respuesta…
Lo mejor del régimen foxista es lo que no pasó… no hubo crisis ni sobrevino el caos… aunque muchos no lo quieran ver, el país avanzó consistentemente por la senda correcta. Se pueden criticar muchas cosas, pero no el rumbo que tomó el país. La economía funcionó, no como hubiéramos querido, pero sí mucho mejor que antes. La infraestructura y la vivienda tuvieron un desarrollo notable y la democracia sin lugar a dudas, avanzó.
Me parece increíble que muchas personas inteligentes le reprochen al ex presidente Fox haber desmitificado la figura presidencial, que añoren los usos y costumbres de ese autoritarismo que tanto abominaron, que no se hayan aplicado -como tan bien saben hacerlo- a generar corrientes de opinión que exigiesen la erradicación de los remanentes y sucedáneos del viejo sistema… y no lo hicieron porque creían sacar ventaja de ellos, cuando ahora va siendo claro que son esas redes de complicidad y sistemas de impunidad los que ponen en peligro aquello que mas amamos…
Era de ilusos pensar que en seis años se revertirían los vicios de siete décadas, pero fue cobarde exigir a un solo hombre que afrontara todos los riesgos mientras otros actores estratégicos se limitaban a ver y a criticar… No desdeñamos el papel de la crítica en una democracia, pero esta se debe realizar con algo mas que simple ingenio, no basta la agudeza, es imprescindible el propósito de fortalecer las posiciones de Estado, si deseamos un Estado que nos garantice entre otras muchas cosas, ¡SEGURIDAD…!!!
Esos que le reprochan tibieza, le provocaron para que en Oaxaca, cayera en la trampa de la violencia. El presidente Fox tuvo el coraje de resistir a la provocación y actuar en el momento oportuno y de la forma adecuada. Dio toque de sacrificio para que Felipe llegara a primera, fue doloroso, pero se evitó un movimiento como el de 1968 en condiciones más que delicadas…
Quienes exigen perfección absoluta en la acción política, están tan equivocados como quienes piensan que el sexo es impuro… Critican todo aquello que no se atreven a hacer, encuentran la menor falla y la magnifican para denostar a quien da lo mejor de sí, que siempre será imperfecto, que no por ello malo…
Hoy sucede lo mismo con el presidente Calderón… exigen que todo se resuelva sin hacer lo que les toca para fortalecer al Estado y a sus instituciones…
Va haciéndose cada vez más evidente que esas inveteradas prácticas que caracterizaron al viejo sistema y que han sido adoptadas por quienes detentan el control de los partidos, ya no responden a los requerimientos de México y de los mexicanos…
Todo lo que hemos estado viendo las últimas semanas está suscitando acciones de los mas concientes de lo que hay que hacer para terminar de una vez por todas con tantas lacras que arrastramos…
Esperemos lo inesperado, las viejas formas de afrontar los problemas ya demostraron su ineficacia, en mucho debido a que quienes las operan impiden que den resultados, pues ellos están de una u otra manera coludidos en los sistemas de impunidad e irlos desmantelando afecta a sus intereses…
Para que todo mejore antes tiene que empeorar -y eso ya sucedió- de manera que nuevos actores están por emerger para dar nueva y mejor forma y rumbo a las instituciones del Estado Mexicano, dada la caducidad de aquellas que funcionaron por siete décadas conforme a los requerimientos de su tiempo y circunstancia, conforme a una época que justo ahora… ¡se extingue…!!!
