Es el caso de la Ibero Puebla que avanza en la operación del Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica, en el que se interrelacionan diversas disciplinas que empiezan a dar resultados.
El IDIT de la Universidad Iberoamericana de Puebla cobró forma hace un año y ahora cuenta con un equipamiento moderno de laboratorios y talleres para trabajar de forma conjunta con Mipymes en diversos proyectos industriales con perspectiva de corresponsabilidad social
En un solo edificio se encuentra los laboratorios, talleres, aulas de prácticas para alumnos; también el área de incubación y hasta oficinas para albergar a nuevas Mipymes ya constituidas o en operación.
De esta forma pueden interactuar quienes ya empiezan a operar como empresas incubadas (no estudiantes) y los propios alumnos que ejecutan proyectos a propuesta de industrias.
Eso ha permitido por ejemplo que haya sinergia y mejoren sus respectivos productos o surjan nuevos entre una diseñadora y unos ingenieros que tienen propuestas sobre iluminación y utilización especial de leds.
También hay laboratorios para pruebas físicas o químicas; laboratorios en procesos de alimentos y desarrollo de nuevos productos alimenticios.
Por ejemplo para el servicio de empresas del ramo metal-mecánico, cuentan -entre otros equipos- con una moderna cortadora de metales a base de agua; que permite a empresas automotrices o de autopartes mejorar sus procesos.
De igual forma el área de plástico tiene una inyectora para hacer moldes; y otro laboratorio para hacer pruebas de hilo o telas o diseños para el área textil, hasta pueden hacer el análisis exhaustivo de productos alimenticios desde su calidad hasta la medición exacta de los nutrientes que contienen.
El punto está en que realmente las industrias se acerquen, en este caso, a la Ibero y confíen en que ahí pueden desarrollar sus proyectos, hacer pruebas de materiales, de alimentos, o ejecutar y evaluar procesos de producción.
Y que a su vez el IDIT se acerque al sector industrial y difunda de manera efectiva sus productos y servicios.
Por lo pronto, el Instituto ya cuenta con el apoyo financiero de Conacyt para llevar a cabo algunos proyectos de investigación con vías de aplicarse, y en los que participan las propias industrias. Es decir el equipo de trabajo está integrado por alumnos y técnicos de las propias empresas.
Claro que en otras universidades de Puebla también se trabaja con incubadoras o con programas de vinculación con la industria, los modelos son ligeramente diferentes entre si, el objetivo de las instituciones es apoyar efectivamente a las empresas para mejorar su productividad y competitividad.
Es deseable que tales programas de las universidades se consoliden y desarrollen para beneficio de ambas partes.
Por cierto, al recorrer el IDIT y ver a los alumnos trabajar surgió la inquietud de esta reportera cuando en uno o dos años ya estén en pleno ejercicio de su profesión industrial, pueden llegar con alguna deficiencia para observar reglas o incluso hasta con algún problema físico apenas perceptible (auditivo o visual, por ejemplo).
Y es que en los laboratorios o talleres, sobre todo en donde trabajan con solventes o con maquinaria cortadora de madera o metales, la mayoría de los estudiantes hacen caso omiso para utilizar el equipo de seguridad, como lentes, guantes o protectores de oídos, pese a las instrucciones que hay en las puertas de acceso. El uso de zapato industrial y de batas u overoles no es suficiente.
Por eso luego en las industrias cuesta trabajo poner en marcha las Comisiones de Seguridad e Higiene, pues los directores de empresas o titulares de departamentos carecen de una verdadera comprensión del riesgo para ellos y los obreros.