En varios Municipios del Norte y Sur del Estado ya se han organizado comandos de “Autodefensas”, para intentar suplir la inexistencia de autoridades que combatan la delincuencia que ha tomado el control económico y político en esos sitios.
En Puebla capital, ya hay balaceras con armas de alto poder que suelen usar los delincuentes y narcotraficantes, en antros donde acuden cientos de jóvenes y estudiantes universitarios todos los días.
Ayer nos enteramos que ya han sido puestas narcomantas donde amenazan directamente al Gobernador Moreno Valle, supuestos “Zetas” que reclaman que la plaza es “suya” y no de los “Beltrán” (videos disponibles en You Tube). Obviamente no sabemos cuándo fueron colocadas en algunos puentes peatonales, porque las autoridades jamás lo aceptarán y desde luego fueron inmediatamente retiradas.
En Puebla capital, los delitos del fuero común ya han desbordado todos los límites. No hay día en que no hayan varios asaltos violentos a cuentahabientes que hacen retiros de los bancos y asaltos a mano armada a negocios y casas habitación. Los robos de autos y autopartes están en absoluto descontrol en todas las colonias de la ciudad.
Y ante este triste y terrorífico panorama, las autoridades estatal y municipal se limitan a decir que en Puebla “No pasa nada”. Que “son hechos aislados”. Que “no estamos como Veracruz o Guerrero”.
Pero lo peor: Que las mentadas “cámaras de videovigilancia” son de una “gran utilidad”; cuando sabemos que no sirven absolutamente para nada, pues los policías arriban al lugar de los delitos muchos minutos después, cuando los delincuentes van carcajeándose en su huida.
Y si de algo sirven las mentadas camaritas es para hinchar los bolsillos de algunos funcionarios, pues ya se supo que le sacan hasta el 100% de ganancia al precio que compran los aparatitos (que en realidad cuestan la mitad, pero son comprados al doble). Pues por eso las nuevas autoridades pregonan que van a poner miles de cámaras más por toda la ciudad… pues claro.
Además, en Puebla capital, la ineptitud total del Alcalde Eduardo Rivera fue coronada con el nombramiento –tres largos años- de Amadeo Lara Terrón, un personaje que jamás había pisado Puebla antes de ser Secretario de Seguridad Pública Municipal y cuyo único mérito fue ser compañero de escuela de Rivera en la natal Toluca de ambos.
Ahí tenemos los resultados.
Puebla sumida en asaltos, robos violentos, desmantelamiento cotidiano de automóviles y ahora también en balaceras con AK-47 y R-15 y narcomantas amenazando al Gobierno estatal.
Y claro, tanto Eduardo Rivera como Rafael Moreno Valle se indignan cuando los reporteros les cuestionan sobre la inseguridad, aludiendo que es una “cochina campaña” mediática contra ellos. Pobres. Qué perversos medios tan exagerados.
Aclaro: Jamás haría una apología de la violencia criminal. Lo que a mí sí me indigna es que tanto la autoridad municipal como estatal pretendan negar que hay problemas graves de inseguridad en Puebla capital y todo el Estado. Que quieran tapar el sol con un dedo, por simples afanes propagandísticos y electoreros.
Porque todos sabemos que el Gobernador pregonó en todo el país con motivo de la insufrible campaña de su Tercer Informe, que Puebla tiene niveles de seguridad excelentes, para ganar adeptos a sus planes presidenciales futuros.
Pero la realidad es muy distinta.
O bueno, para ellos sí hay niveles de seguridad extraordinarios: Jamás salen sin sus decenas de guaruras y pocas veces bajan del helicóptero. Desde arriba Puebla se ve tan hermosa.
