El proceso de cambio y desaparición de las danzas tradicionales se debe principalmente a la espectacularización de las mismas, a la tendencia de llevar a la danza tradicional al arte espectáculo, afirmó Amparo Sevilla Villalobos, Catedrática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el marco del Primer Coloquio Nacional de Etnocoreología: “Del Movimiento a la Palabra”.
“Pareciera que todo se tiene que espectacularizar, como si fuera una tendencia; se ha naturalizado a la espectacularización como si eso fuera lo moderno, lo contemporáneo, lo actual, la evolución natural de la tradición. Por eso comento que en el arte no hay evolución, en el arte hay cambios”, dijo Sevilla Villalobos y añadió: “el esquema es tan naturalizado que hasta la UNESCO habla no de tradiciones populares, sino de artes del espectáculo”.
Argumentó lo anterior con dos ejemplos: los voladores de Papantla y los Parachicos de Chiapa de Corzo: “estos grupos culturales aparecen ya en el campo de las artes del espectáculo, lo que nos hace ver que hay una concepción distinta, que el parámetro para la comprensión de estos ámbitos son las bellas artes. La danza no es sólo un arte del espectáculo, es mucho más”.
Durante su ponencia “Danzas y bailes tradicionales, de la fiesta al espectáculo”, Sevilla Villalobos mostró las diferencias y semejanzas entre las danzas tradicionales y los espectáculos: “en ambas existen protocolos, se lleva a cabo una representación, no obstante mientras la primera utiliza símbolos para incidir en distintos planos, fuerzas naturales, sobrenaturales, biológicas y no biológicas, símbolos propiciatorios; las otras utilizan los símbolos sólo para sorprender, divertir o entretener al espectador”.
“En las danzas tradicionales se celebra, se conmemora o festeja, se integran expresiones culturales, se dialoga y comparte; por el contrario, durante un espectáculo se simula, las expresiones se desintegran, hay competencia, sólo se busca vender”.
Las danzas, añadió, pueden tener un carácter religioso (rituales sagrados), de divertimento (rituales seculares) o escénico y recalcó: “en todas sus manifestaciones, es necesaria una reflexión sobre su cultura somática, sus patrones de movimiento y sus implicaciones”.
La Catedrática señaló finalmente a la pérdida de cultivo de la tierra, la migración y los problemas religiosos como otros factores que detonan los procesos de cambio y desaparición de las danzas y los bailes tradicionales.
