1.- Un día antes de la inauguración del Centro de Equinoterapia, el propio alcalde anunció que la mismísima primera dama del país, Angélica Rivera, encabezaría la ceremonia.
¡Oh, sorpresa!
Al acto no llegó Angélica Rivera.
Tampoco se presentó la directora nacional del DIF, Laura Vargas de Osorio y mucho menos hizo acto de presencia la presidenta estatal del DIF, Martha Erika Alonso de Moreno Valle.
Por si fuera poco, el representante nacional del DIF, Ricardo Camacho Sanciprian, le prestó más atención y reflectores a Dinorah López de Gali, futura presidenta del DIF municipal, que a la titular actual, Liliana Ortíz de Rivera.
Total que a Eduardo Rivera y a Liliana Ortíz les hicieron vacío.
2.- A principio de semana, el gobernador Rafael Moreno Valle se reunió con todos los diputados federales para cabildear recursos para el 2014. Presentó proyectos para ejecutar en la capital poblana. Se hizo acompañar por el edil electo, Antonio Gali Fayad. ¿Y Lalo Rivera? Bien, gracias,
El mismo alcalde lamentó, un día después, el no haber sido invitado a la reunión y dijo que, pese a ello, continuará cabildeado recursos de manera personal para garantizar la ejecución de las obras que dejará pendientes.
3.- El miércoles en Casa Puebla se reunió el Grupo de Coordinación en Seguridad Pública con el fin de revisar los avances en la materia y definir las estrategias para la vigilancia durante las fiestas de fin de año.
A la reunión acudieron las autoridades policiacas y de procuración de justicia, pero tambièn estuvo presente el presidente municipal electo, Antonio Gali Fayad.
Por parte del municipio estuvieron Amadeo Lara y Eduardo Vázquez Rossainz. ¿Y Lalo Rivera? Otra vez, bien gracias.
La presencia de Gali Fayad en los actos arriba mencionados, así como su creciente activismo en diligencias que atañen a la capital poblana es entendible dado que ocupará el cargo de alcalde a partir del próximo año y porque los tiempos legales se lo permiten, en otras palabras, puede que no sea lo políticamente correcto, pero no es ilegal.
Sin embargo, lo que no se entiende es que Eduardo Rivera permita que se le haga a un lado en la toma de decisiones sobre la capital, esa que en teoría aún gobierna y de la cual aún tiene que rendir cuentas.
Mucho se critica la falta de respeto de los demás hacia su investidura, sin embargo, él es el primero en faltarle el respeto al cargo y a los poblanos que lo eligieron para que los gobernara por 3 años, no por 2 y medio.
Su bonhomía se ha convertido en su principal defecto y le dejará una etiqueta de la que no podrá deshacerse en mucho tiempo.
Correo electrónico: yosoyelmapache@gmail.com
Twitter: @yosoyelmapache
