Desde la infame derrota del 7 de julio, los priistas lo señalan como el principal responsable y no pasa un día en que le mienten la madre, lo manden al carajo y reclamen su cabeza.
Estoicamente, Pablito ha aguantado la vorágine de epítetos.
Con su modito de hablar pausado, ecuánime, ha bateado uno y otro y otro reclamo, haciendo caso omiso a quienes lo critican por haberse quedado con una plurinominal y a quienes exigen que ya renuncie.
Con su sonrisa impasible, les dice que se aguanten, que será el CEN el que decida y que él, como soldado del partido, acatará la orden, hasta que se cumple el plazo.
Sin embargo, Pablito no es de piedra, tiene su corazoncito y también tiene sentimientos, de ahí que ya se le esté llenando el buche de piedritas ante los constantes ataques y, obviamente, como olla exprés, está a punto de hacer explosión.
De ahí que ayer durante la toma de posesión del nuevo rector de la UPAEP, no aguantó más y, aprovechando que lo entrevistaron al respecto, se soltó en contra de quienes ya levantan la mano para sucederlo.
“A esos adelantados, acelerados, desubicados, desorientados, intolerantes, desmesurados…. lo que necesitamos es sentar las bases para ser un auténtico partido de oposición” (sic)
¿Destinatarios?
Blanca Alcalá, Claudia Hernández y Alberto Barranco, quienes son los 3 primeros que han hecho visibles sus intenciones de hacerse de la dirigencia del tricolor para hacerlo resurgir desde las cenizas.
La primera es considerada la carta más fuerte, dada la ascendencia que tiene en el partido, aunque su gestión como presidenta municipal dejó mucho que desear y se ha ganado muchos enemigos quienes consideran que sólo va a privilegiar sus intereses por alcanzar la gubernatura.
Los otros dos…. El chiste se cuenta solo.
Ambos perdieron en la pasada contienda electoral en sus respectivos distritos. Claudia es la actual dirigente municipal del PRI y su paso ha sido más bien gris. Y Alberto Barranco……. (cri cri… cri cri… )
¿Cuántos más se sumarán a la fila de “adelantados, acelerados, desubicados…bla..bla…bla…” que quieren llegar a la grande, y que tendrán que esperar sentados porque Pablo no va a soltar prenda hasta que se cumplan los tiempos fatales?.
Mientras llega la hora, tanto Pablito como sus tiradores tendrán que tomarse un pasiflorine y leer una novelita de Kalimán, ese que recomendaba: “serenidad y paciencia…”
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