Más allá de las palmaditas en la espalda que a ambos personajes propinó la secretaria general del PRI, Ivonne Ortega, hubo quienes se acercaron a ellos para endilgarles una mentada de madre.
Cuentan testigos que hubo quien de plano le retiró la mano a Pablito cuando éste se acercó a saludar y le espetó un: “Ya estarás muy contento con tu diputación, cabrón” (sic).
Más allá de los intentos del dirigente estatal y del delegado del CEN por tratar de limar asperezas y cerrar heridas, hay quienes no pueden perdonar que por segunda ocasión consecutiva, se haya entregado el Estado en bandeja de plata a Rafael Moreno Valle.
Por el contrario, el ánimo y el trato hacia Enrique Agüera es de respeto y hasta conmiseración, pues consideran que su bonhomía fue traicionada por los dirigentes del partido, de ahí que durante el ágape sólo hubiera aplausos y buenos deseos para el ex rector.
Quienes tambièn quedaron dolidos (por segunda vez consecutiva) fueron empresarios dedicados a la impresión, que ven con tristeza como sus facturas se quedarán sin pagar.
Pese a haber tenido muy malas experiencias en el 2010 cuando muchos de ellos de plano no cobraron ni un centavo por sus servicios prestados, hubo quienes esta vez escucharon el canto de las sirenas ante el exagerado optimismo y volvieron a trabajar a crédito.
Si bien la memorabilia fue menor a la que se contrató en el 2010, si hubo quienes arriesgaron su capital para fiar impresiones de lonas, flyers y objetos promocionales, con la promesa de cobrar pasado el proceso electoral, sin embargo, durante esta semana se han topado con oficinas cerradas y líneas telefónicas celulares fuera del área de servicio.
En corto, hay quienes califican este hecho como un triste deja vú.
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