Sí, los mandatarios estatales de extracción priísta ganaron para su partido las mejores plazas en sus Estados y casi por norma general, las mayorías absolutas en sus Congresos locales.
Los aliancistas ganaron todo lo que pudieron, como en Puebla y Oaxaca. Malova en Sinaloa ganó posiciones con varios partidos, ya que tenía operadores en ellos, sin importar ni recordar que es un gobernador dizque “aliancista”, aunque en el PAN ya no quieran saber mucho de él.
En esta ocasión no hubo ningún Estado que fuera gobernado por el PRD y en el que hubiera elecciones. Pero los perredistas se conformaron con las migajas que les dejó el PAN en Estados como Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
Entonces…¿quién ganó las elecciones? ¿Algún partido político en especial?
Bueno, el PRI es el que más alcaldías y diputaciones gana en la suma global… pero es porque es el partido que tiene más gobernadores en funciones. Pero la alianza PAN-PRD retuvo y hasta aumentó cargos en los Estados donde gobierna, que reitero son Puebla y Oaxaca.
Por ello, el epílogo de esta elección, como ya lo escribí el lunes –para rabia de mis críticos- no es el fortalecimiento de la democracia o el aumento de la participación ciudadana mediante su voto consciente y razonado. Para nada.
Los grandes ganadores son los Gobernadores, que controlan todo el aparato electoral en sus respectivos territorios. Y todos los partidos que perdieron se quejan de lo mismo, dependiendo el Estado y extracción partidista del mandatario específico.
Y el Presidente de la República dejó pasar esta elección –local- para dejar contentos a todos y el resultado visible es que tanto el PAN como el PRD, con sus bribones dirigentes, apoyarán más o menos las reformas que vienen y que estaban incluidas en el Pacto por México.
Yo lo escribí desde hace muchos meses. Las concertacesiones al más puro estilo salinista era lo que definiría las elecciones locales del domingo pasado. Y así ocurrió: Todos ganaron algo. Los Gobernadores seguir en sus respectivos paraísos de impunidad y excesos. Los dirigentes de los partidos oxígeno para sus respectivas corrientes (Madero en el PAN y los Chuchos en PRD). Y Peña Nieto el apoyo de los partidos de oposición.
Y por lo anterior nadie impugnará ningún resultado, aún cuando en todos, absolutamente todos los Estados hubo prácticas deleznables a ojos de todo mundo: Compra de votos, votos golondrinos, autoridades electorales ineficientes, jornada electoral plagada de anomalías con cambio de dirección de casillas, votantes no registrados, un abstencionismo brutal… etc.
Nadie impugnará porque vendrá la línea todopoderosa desde la capital para decirle a los inconformes que “es por el bien de la República” (así dicen que le dijo Carlos Salinas de Gortari a Ramón Aguirre Velázquez en 1991, cuando lo hizo desistir en su lucha porque le reconocieran su triunfo en la Gubernatura de Guanajuato…).
Como ya escribí hace poco…¿esa es la democracia que queríamos?
En fin. Y sobre las encuestas publicadas, afirmo y sostengo que las encuestas serias no miden la operación mapacheril de los gobernantes el día de la elección, ellos lo requetesaben. Por supuesto, felicidades a quien le “atinó”, seguro recibirán el premio nobel por su valentía y arrojo. Hace mucho que a la mayoría de encuestadores serios y con muchos años de vida profesional dejó de importarnos esa tontejada (lo de publicar y hacer fiesta por “atinarle”). A mí me interesa que me sigan contratando los que saben que les dije y les digo la verdad. Por lo demás… nunca le entro a polémicas idiotas, porque pasado el tiempo hasta disculpas me piden.
Twitter: @rodolforiverap
www.beap.com.mx
