Pero a 13 años de aquella simbólica fecha nos damos cuenta de que nuestro país no es, ni con mucho, un Estado plenamente democrático y con estándares aceptables de aplicación de la ley, corrupción a la baja y educación cívica de la población.
No. Nuestra transición quedó en mera alternancia –de ida y vuelta, porque ha regresado el PRI- y los 12 años de gobiernos panistas no significaron un despegue definitivo a mejores ambientes republicanos y democráticos.
Lo anterior viene a colación porque ayer, el semanario “Desde la Fe”, revista de la Arquidiócesis Primada de México y el órgano más influyente (casi oficial) de la Iglesia Católica en nuestro país, celebraba que se esté persiguiendo a ex Gobernadores corruptos pero que… “la corrupción no es prerrogativa de un solo partido: tenemos Gobernadores de todos los institutos políticos acusados de este mismo mal que secularmente carcome al país…” y pidió “acabar con los paraísos autónomos de los Gobernadores…”.
Punto. Así de simple y claro.
Nuestra transición democrática se concretó a la alternancia en la Presidencia de la República, pero en los Estados hay auténticos virreyezuelos que hacen literalmente lo que se les pega la gana en sus respectivos territorios: Controlan los Congresos, a las autoridades electorales locales, a los Tribunales, ejercen presupuestos sin que haya oposición alguna, controlan los Comités de Acceso a la Información y Transparencia (dizque ciudadanos) y en no pocos casos también tienen controlados hasta a los partidos políticos supuestamente de oposición.
Cualquier semejanza con Puebla NO es mera coincidencia.
Vaya, no porque lo diga la Iglesia Católica es importante. Es una realidad que estamos viviendo cotidianamente los mexicanos.
Por eso las próximas elecciones locales están dejando tanto qué desear.
Los panistas se quejan de que los priístas son unos cochinos mapaches. Y seguramente es cierto, pero solo se quejan en los Estados donde gobierna el PRI. Pero no dicen absolutamente nada de lo que pasa en Estados donde gobierna el PAN y sus coaliciones. Y en ellos sucede exactamente lo mismo de lo que se quejan, pero al revés.
En Puebla hemos presenciado desde hace muchos meses el despilfarro de recursos públicos para posicionar a los que serían candidatos a Alcaldías y Diputaciones violando claramente los tiempos de precampañas. Se modificó la ley electoral. Se cambiaron fechas, se permitieron excesos de todo tipo. Y en la presente campaña local las autoridades panistas siguieron inaugurando obras y usando recursos para favorecer a sus candidatos.
¿Entonces… Solo los priístas son mapaches? Desde luego que no. Los panistas bien pronto aprendieron a utilizar sus gobiernos para aferrarse a no perder el poder. Bueno, en varios Estados las autoridades supuestamente panistas al final de cuentas provienen… del PRI. Como en Puebla, Sinaloa, Oaxaca. Y más tarde que temprano sacan a relucir sus genes tricolores, pues.
En todos los 14 Estados donde habrá elecciones, los Gobernadores –priístas o panistas o dizque aliancistas- están cometiendo todo tipo de excesos y tropelías con tal de retener el poder para sus partidos. Sobre todo, quieren conservar mayorías en sus respectivos Congresos. Como que saben que la aprobación de sus cuentas públicas es la aduana más importante que tendrán que pasar en un futuro cercano.
El pequeño detalle es que la gente ya está harta.
Tarde o temprano salen a la luz pública los excesos y los malos manejos de recursos públicos. No existe crimen perfecto.
Y eso en el mejor de los casos.
Porque lo que también estamos presenciando en estas últimas semanas de campañas locales es el arribo de la violencia electoral. Ya hay candidatos y personal de sus campañas muertos, heridos o secuestrados. Hay encono y polarización por todos lados (ya lo escribía en columna anterior). Nadie quiere perder, y menos los que gobiernan, a sabiendas –repito- de que pueden ser candidatos a futuros procesos judiciales.
Y por último, como todos quieren ganar… o mejor no quieren perder, se está haciendo gala del uso de las mejores técnicas mapacheriles que hayamos presenciado en años. Todos los partidos apuestan a movilizaciones, compra de votos, compra de funcionarios de casillas (muchos ya están bien comprados al día de hoy), votos golondrinos y un muy largo etcétera. Eso es lo que estaremos viendo el próximo 7 de julio.
Sí. Esta es nuestra muy fallida transición a la democracia: Mera alternancia federal y paraísos de Gobernadores.
Carajo.
twitter: @rodolforiverap