Con ello, se obligaría a los “piperos“, a llevar controles más estrictos de seguridad en sus unidades, así como evitar que se surtan en pozos clandestinos para frenar el reparto del vital líquido contaminado, como ya ha ocurrido en algunos restaurantes.
Sin embargo, hay que poner especial atención en el siguiente párrafo:
“La reforma al Artículo 45 de la Ley de Agua para el estado de Puebla, consiste básicamente en regular la obligación para contratar los servicios a propietarios o poseedores de predios en donde el estado, los municipios o sus órganos, hayan coordinado o realizado inversiones para establecer la infraestructura necesaria para garantizar la accesibilidad de los mismos”.
Aquí esta el verdero meollo del asunto, el cual puso con los pelos de punta a más de 500 propietarios de pipas que hicieron un paro de labores la semana pasada y se reunieron en la explanada del estadio Cuauhtémoc para analizar las afectaciones que sufrirán con esta ley que entrará en vigor a partir de junio.
El verdadero trasfondo del asunto.
Con el pretexto de que ya el estado ha construido la infraestructura necesaria para dotar del agua a los ciudadanos, se pretende concesionar los servicios de reparto de agua potable a una empresa, al igual que el organismo de limpia hace con la recolección de basura con SUP y PASA; con lo que sacaría de la circulación a más de 500 piperos particulas.
Como primera medida de presión, los piperos han sido notificados que la Secretaría de Finanzas impondrá multas económicas a quienes surtan agua en domicilios que hayan sufrido el corte de suministro por parte del SOAPAP por falta de pago o en zonas donde ya exista infraestructura oficial aún cuando la dotación sea controlada.
Pero hay más.
Con la entrada en vigor de dicha ley y la posterior concesión del reparto a una empresa particular, los piperos serán confinados a surtir de agua solo en zonas no municipalizadas, las cuales también les representarían problemas porque la mayoría son antorchistas, organización que cuenta con sus propias pipas de agua, con sus propios pozos y con impunidad pues de todos es conocido que ninguna autoridad se mete con ellos.
Los piperos afectados por esta medida han comenzado a tramitar amparos, sin embargo, personal propio del poder judicial del estado les han confesado en corto que tienen la orden de no conceder ninguno.
El problema no es menor dado que en colonias municipalizadas del sur el abasto del vital líquido por parte del SOAPAP ha estado limitado a un día a la semana, por lo que los piperos han resultado una gran solución para la falta de agua.
Menudo lío se avecina si además del recorte en el suministro de agua, se suprime a los piperos.
Y en víspera de las elecciones.
A ver qué pasa.
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