Y seguramente es cierto. El PRD poblano ha dado muestras de pertenecer al grupo del Gobernador.Y los nuevos dirigentes estatales del partido del Sol Azteca serán alfiles del propio mandatario poblano –Cotoñeto y compañía-.
Con el Partido del Trabajo ocurre algo similar. Los acercamientos entre su dueño nacional Alberto Anaya y Rafael Moreno Valle también son conocidos ya. Y del partido Movimiento Ciudadano también sabemos la historia: Sus líderes en Puebla son tenazmente críticos del gobierno morenovallista, hasta que algo raro sucede y en unos días terminan apoyándolo.
Sí, casi es un hecho que habrá alianza anti PRI conformada por los partidos de izquierda y el PAN, que también es propiedad (aunque el Yunque se enoje) del Gobernador, quien tiene recursos y poder para convencer a los que no están de acuerdo en ello, pero dejando muchos heridos en el camino.
El problema es otro. Porque una cosa es tener ya amarrada la alianza a nivel de liderazgos -en el PRD con los negociadores “Chuchos”, en el PT con el listo Alberto Anaya, en MC con sus dueños nacionales y locales y en el PAN a punta de billetazos- pero otra es la realidad para dentro de nueve meses.
Porque para entonces el PRD estará dividido y prácticamente desmantelado por el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, que tendrá ya a su propio partido MORENA. Y por lo que se observa, sí habrá una fuerte desbandada de líderes del PRD que se saldrá e irán a formar parte del proyecto lopezobradorista. Y en el PT y MC sucederán cosas similares.
Entonces, una alianza con lo que quede del PRD, con PT y MC que juntos no mueven más que uno o dos puntos porcentuales en preferencias ciudadanas y con un PAN resentido con los desplantes del Gobernador… ya no es tan fuerte como se pensaría. Y además enfréntela con un PRI fortalecido desde el Gobierno federal y con un candidato que desde hoy supere con mucho a cualquier precandidato morenovallista…No. Ya no está tan poderosa la alianza que se maquina.
Twitter: @rodolforiverap
