Incluso de plano llegaron a pertenecer a otros partidos (Convergencia, PRI), pero que desean la ansiada candidatura de casi cinco años.
Históricos contra pragmáticos, pues.
Aunque se harán esfuerzos por evitarlo, el choque parece inevitable.
En el grupo de los históricos se encuentra por supuesto el Alcalde Eduardo Rivera, Ana Teresa Aranda, el líder estatal del partido Juan Carlos Mondragón, el líder municipal Gerardo Maldonado, la aún Delegada de Sedesol federal Myriam Arabián y ahora también el Senador Humberto Aguilar. Desde luego varios más como Pablo Montiel, Bernardo Arrubarrena y Juan Carlos Espina Von Roehrich.
Sume a casi todos los panistas del Ayuntamiento y del propio CDE, aunque no participan en las reuniones “cumbre”. En este grupo también anda el líder empresarial Francisco Rodríguez Álvarez, que aunque no es militante del PAN sí lo es del Yunque, que al parecer es otro lazo de unión de todos los personajes mencionados. Ya también hay contactos con el ex Alcalde Luis Paredes y su grupo de talibanes.
¿La bandera? No permitir que el Gobernador Rafael Moreno Valle controle la sucesión en la capital e imponga como candidato a uno de sus subordinados, de los pragmáticos desde luego, que son vistos como unos advenedizos que solo quieren utilizar al partido para sus negros fines, o sea conseguir el poder con sus siglas.
Por cierto, ni a Francisco Fraile ni a Pablo Rodríguez Regordosa se les ha invitado al grupo, por ser “colaboracionistas” del gobierno de Moreno Valle y hasta servirle de tapete a los pragmáticos.
Y es que en el bando de los pragmáticos morenovallistas (empleados del Gobernador, pues) hay un problema: Están enfrentados entre sí. Los mentados 4 “fantásticos” (Fernando Manzanilla, Jorge Aguilar Chedraui, Antonio Gali Fayad y Amy Camacho, de los cuales ésta última nadie sabe si quiere realmente o no) en su afán de conseguir la candidatura, buscan desesperadamente que su Jefe vea que uno de ellos es el más popular y con mejor posicionamiento en las mediciones demoscópicas. Por eso un día sí y otro también, cada uno de ellos lucha por aparecer en los medios… y también da algún golpe a sus adversarios a través de las numerosas plumas que se prestan a ello (que en Puebla casi no hay).
La pregunta es quién ganará, si los históricos (Yunques) o los pragmáticos (empleados del Góber). Veamos sus fortalezas y debilidades.
Los panistas “de cepa” tienen a su favor el contar con la mayoría de miembros en el PAN, gracias a la operación que el Yunque ha realizado a través de los años. Generalmente ganan los procesos internos. Y la militancia no yunquista también los ve bien, pues se dieron cuenta que Rafael Moreno Valle solo contrató para cargos importantes a sus amigos ex priístas y a los panistas ni los peló.
Otra fortaleza es que –como ya mencionamos- están conformando un grupo que, de permanecer unido, jalaría a muchos panistas desilusionados del morenovallismo, que cada día hay más.
Pero las debilidades de este grupo son las fortalezas del otro. Los morenovallistas tienen el apoyo económico, mediático, estructural y operacional del Gobierno del Estado. El que sea el candidato del Gobernador contará con todo eso y más, pues el plan es que se reviva la alianza pluripartidista que los llevó al triunfo en 2010.
Por otro lado, al parecer los históricos ya no cuentan con la mayoría de miembros en el PAN para un proceso interno, pues en los últimos dos años los operadores del Gobernador (el grupo de Angel Alonso, Roberto Grajales, Genaro Ramírez y su esposa Blanca Jiménez) han logrado afiliar a cientos de nuevos panistas. Y aunque los históricos tienen impugnadas esas afiliaciones masivas, la verdad es que en el CEN no les hacen mucho caso y… todo indica que pasarán.
Así que hay más o menos igualdad de condiciones para la batalla por la candidatura panista y la verdad es difícil saber cuál de los dos bandos ganará.
Pero cualquiera que sea el candidato (histórico o pragmático), eso no significa que ganará automáticamente la Alcaldía de la capital poblana. Tendrá que enfrentarse a un PRI muy optimista y… con muchos recursos provenientes del Gobierno federal y las Delegaciones, que para entonces serán controladas desde el Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien seguramente también quiere ganar las principales capitales del país para su partido.
Y además, también hay que tomar en cuenta el posible voto de castigo que haya para la gestión panista de Eduardo Rivera, que no ha podido fabricar una buena imagen por su notable impericia en resolver los problemas de inseguridad o miles de baches que hay en la ciudad, además de muchos otros problemas. Sí, el gobierno de Rivera Pérez será un lastre para cualquier candidato panista.
Por último, sea quien sea el candidato blanquiazul, tendrá que enfrentarse quizás a un peso completo por parte del PRI. ¿Se imagina que el candidato del tricolor pudiera ser el Rector Enrique Agüera o el ex Rector y Diputado Federal Enrique Dóger, que son hoy por hoy los mejores posicionados y con mayores tendencias de voto que cualquiera de todos los aspirantes –priístas y panistas- a la Alcaldía?
Y ya vimos en julio pasado que la famosa operación del Gobernador no es perfecta, pues aunque ganó tres Distritos de la capital, la verdad es que no pudo ganar todos los que él hubiera deseado también en el Estado y se quedaron con las ganas de ser Diputados varios de sus pupilos. No, la operación morenovallista no es del todo infalible.
Así que histórico o pragmático, el candidato panista a la Alcaldía poblana no la tiene tan segura como podría pensarse.
Como nadie de ningún partido en cualquier elección actual.
Twitter: @rodolforiverap
