En primer lugar porque la Gubernatura la tuvieron que ganar con una alianza que pasado el tiempo, ha quedado comprobado que no les sirvió de mucho, pues prácticamente no pudieron colocar a ningún panista “verdadero” en el Gabinete estatal, salvo Pablo Rodríguez y Myriam Arabián. La segunda salió al poco tiempo y bastante distanciada del Gobernador. El primero continúa ahí, pero distanciado del propio panismo poblano.
En segundo lugar, porque el Gobernador, en estos dos años, les ha demostrado una y otra vez que prefiere trabajar con gente de su grupo más que con panistas, además de despreciar constantemente al Presidente Municipal de la capital, Eduardo Rivera, uno de los miembros más fieles e “históricos” del blanquiazul poblano.
El propio Gobernador se afilió al PAN para poder llevar a cabo sus proyectos personales, pero todo mundo sabe que ni es panista ni comulga con los principales postulados que defiende ese partido desde hace décadas.
Total, que el PAN verdaderamente no ganó en 2011. Ganó Rafael Moreno Valle y su grupo y solo ha convidado migajas a los panistas, que celebraban jubilosos aquella “victoria” de 2010.
Pero el escenario para el PAN es peor en este 2012.
No pudieron ganar la Presidencia de la República y comprobaron que la mayoría de los ciudadanos los despreciaron y emitieron un evidente voto de castigo contra sus gestiones federales. Su candidata Josefina Vázquez Mota quedó relegada a un vergonzoso tercer lugar (para ser partido en el Gobierno) y la pesadilla prevista de que quedarían en el desempleo miles de panistas es ahora una realidad inexorable.
Pero además han perdido la mayoría de las Gubernaturas que alguna vez ganaron (han ganado y luego perdido, que yo recuerde: Chihuahua, Nuevo León, Aguascalientes, Querétaro, San Luis Potosí, Jalisco, Tlaxcala, Morelos, Yucatán). Y los Estados que ganaron en 2010 –como Puebla- fueron por ir en raras alianzas de las que hoy se arrepienten y hasta reniegan (Sinaloa y Oaxaca). Hoy el PAN ya solo mantiene Baja California, Baja California Sur, Sonora y Guanajuato; más Puebla con la característica ya mencionada (los Gobernadores de Oaxaca y Sinaloa ni siquiera se presentan como panistas, no acuden a los llamados partidistas, ni son considerados como tales en las últimas reuniones nacionales del partido).
Pero todo este cocktel se completa con la actual situación panista en la capital (y muchas otras ciudades más del Estado).
Después de la derrota de julio pasado, existe al día de hoy una clara ola “descendente” en cuanto a preferencias hacia el PAN en Puebla capital y otros sitios. Y no nos equivoquemos: Las victorias de los candidatos a Diputados del PAN en la capital (con excepción del Distrito 6) se debieron más a la operación morenovallista durante la campaña y a los pocos recursos de los priístas, que a una tendencia favorable al PAN.
Al momento actual (en serio), ningún precandidato panista goza de las preferencias ciudadanas con miras a la elección del año próximo. Ni panistas “de cepa”, ni tampoco los morenovallistas que se harán panistas con tal de acceder a la candidatura (s).
Y los “panistas de cepa” menos. Ni Pablo Rodríguez Regordosa, que últimamente anda pantereando que es el mejor candidato del PAN a la Presidencia Municipal. A ver qué opina el Gobernador y sus propios precandidatos, que de fantásticos no tienen mucho en cuanto a preferencias, en serio (lo sé, lo saben, lo sabemos).
Por lo anterior, todo indica que el Gobernador impondrá una vez más a sus candidatos a la Alcaldía y los panistas tendrán que callarse, pues no tienen ni recursos ni candidatos con verdaderas posibilidades de ganar.
Así que resumiendo: El PAN en Puebla no tiene ya Presidente de la República; no ha tenido Gobernador en la realidad y en los hechos prácticos, pues los desprecia y hace a un lado en todo su Gobierno; y pronto tampoco tendrá candidatos ni Alcaldes que provengan verdaderamente de sus filas.
Claro, líderes, dirigentes y empleados del partido callarán y tratarán de acomodarse como puedan para seguir recibiendo migajas de esas posibles (solo eso al día de hoy) Alcaldías a ganar en 2013.
Pero si también pierden (como en la pasada elección de julio) esos cargos (Ayuntamientos y Diputaciones), aunque lleven candidatos morenovallistas, porque la gente prefiera a el “nuevo” PRI, con recursos federales, con empuje peñanietista y quizás hasta aliado con el Verde y Nueva Alianza y por supuesto también por la muy mediocre gestión de Alcaldes como Eduardo Rivera… el desempleo panista crecerá en cifras exponenciales.
Como ya he dicho mucho aquí mismo: Y la UPAEP no alcanza para tanto desempleado.
Si esta no es una triste realidad para el PAN poblano… no sé entonces qué sea.
twitter: @rodolforiverap