En la mayoría de países de Europa se llevan a cabo las elecciones y si ningún candidato obtiene más de la mitad de los votos, entonces se lleva a cabo una segunda vuelta solo con los dos punteros y una o dos semanas después el que gana por mayoría simple toma posesión como primer mandatario. Punto. En menos de dos o tres semanas ya hay nuevo Presidente y de inmediato se pone a trabajar.
Qué pinche envidia, la verdad. Aquí no sabemos quién ganó (aunque sí sabemos, vamos) hasta más de dos meses de que pasó la elección. Y de ahí habrá nuevo Presidente hasta tres meses después. O sea, casi medio año después.
No es posible ni justo. Como casi no hay problemas y pendientes en nuestro país, no importa que sigamos viviendo en la incertidumbre, gracias a que un deschavetado (así con todas la letras) insiste en que le hicieron trampa y no permite otro escenario que no sea su triunfo.
Trampas que, si sabía que existían desde hace tanto tiempo, hubieran sido suficientes para que se retirara de la contienda e iniciara una gran marcha de protesta por todo el país. Pero no lo hizo, aun sabiendo que iba a perder. Porque ese sería el escenario donde sabe actuar: La protesta permanente y recorrer el país para que los que le siguen creyendo lo vitoreen.
Y ahora viene la segunda parte de un viejo cuento que todos conocemos. La protesta seguirá todos los días hasta que el TRIFE dictamine que la elección es válida (lo sabemos todos). Para entonces implementar la fase B: Subir de tono las manifestaciones e, incluso, quebrantar la ley (cerrar vías de comunicación o cosas por el estilo), para que así el maldito Estado represor lo aprehenda y lo encarcele.
Por Dios, eso es exactamente lo que quiere. Revivir el desafuero para que miles salgan a defenderlo. Y si esta vez hay cárcel mucho mejor.
Pero lo peor de todo esto es que ni siquiera eso ocurrirá. Tanto el IFE como el propio Estado mexicano no le harán absolutamente nada. Y él seguirá violando la ley (recorrer el país lanzando arengas proselitistas sin que exista campaña electoral ni registro como candidato es delito tipificado en el COFIPE… que jamás se le aplicó desde 2006) ante los ojos de todo mundo.
En otras palabras, tanto el Estado mexicano como los demás partidos han entrado exactamente en el juego que él quería: Yo violo la ley y ustedes no me harán absolutamente nada. Y así ocurrirá, ya lo veremos. Pero si me aplican la ley entonces seré mártir.
Con una sola ventaja. La ciudadanía poco a poco le irá dando la espalda. Eso es inevitable. El multitudinario mitin en Puebla del domingo pasado apenas logró convocar a unas mil o dos mil personas. No más, por mucho y que sus fans quieran ver decenas de miles. Perdón, pero no fue así. ¿Dónde están los 40,000 del Hermanos Serdán?
Y sus “Centros de Acopio” de “pruebas del fraude” en la mayoría de Estados del país (he visto varios con mis propios ojos) tienen a uno o dos gatos mosqueándose ante la nula presencia de los miles de ciudadanos indignados que no aparecen por ningún lado.
Sí, también sé que sí hay aún fanáticos que están muy enojados. Pero cada día son menos, inexorablemente. Y que seguramente saldrán a las calles el 5 o 6 de septiembre que el TRIFE emita su veredicto. Pero no más. Algunos cientos en algunas ciudades y quizás una gran protesta en el Zócalo del D.F. de unas treinta o cuarenta mil personas.
Por supuesto, ya sin el apoyo de los perredistas que sí ganaron elecciones, como los Diputados y Senadores que están muy indignados… pero tomarán posesión de sus cargos puntualmente el 1 de septiembre. También lo dejarán solo los Gobernadores electos, ya con sus nombramientos desde hace semanas por sus respectivos Institutos Electorales estatales.
Y el propio PRD también tomará distancia. Ya lo andan diciendo los “Chuchistas”: Acataremos la resolución del TRIFE… aunque no estemos de acuerdo. Forma elegante de decirle adiós al Pejelagarto tabasqueño. PT y Movimiento Ciudadano quizás lo acompañen un poco de tiempo más… hasta que sus dueños nacionales (Alberto Anaya y Dante Delgado) negocien interesantes prebendas con quienes ahora ejerzan el poder. Lo veremos, acuérdense.
Y entonces él tarde o temprano romperá con los malditos “colaboracionistas” y fundará su propio partido –ya lo tiene- de nombre MoReNa, que lo lanzará, cómo de que no, para una tercera intentona presidencial en 2018. Y si es necesario, en 2024 y en 2030. Hasta que el cuerpo aguante.
Sí. Esta es la historia que todos sabemos que ocurrirá y que lleva como protagonista a Andrés Manuel López Obrador.
Daría flojera, si no fuera porque el país ya no aguanta más.
twitter: @rodolforiverap
Escúchenme los jueves a las 8:00 p.m. en Al Pie de la Letra Radio, por Punto 10 (1010 de AM en Puebla ó www.punto10.com.mx). O véanme los domingos todavía en “Destino 2012”, por Efekto TV en transmisión nacional, en el 234 de SKY o 233 de Megacable o cableras del país.
