Sus líderes se echan la culpa unos a otros y el fantasma del desempleo en la burocracia ya protagoniza las pesadillas de miles y miles de panistas en todo el país.
Sin embargo, lo que también es cierto es que para algunos, el escenario de la derrota los fortalece, pues la razón de ser de su existencia vuelve a tomar sentido. El maldito PRI de los corruptos, de los masones, de los nacionalistas revolucionarios, de los enemigos y persecutores de los Cristeros (no por casualidad se difundió el churro hollywoodense de La Cristiada en plena campaña presidencial, para ver si los tontos mexicanos razonaban y no votaban por el perverso tricolor) vuelve al poder y entonces la lucha volverá a tener enemigo dilecto. Claro, además de la izquierda de los pejezombies.
Sí, para la Organización Nacional del Yunque y sus miembros, prácticamente todos ellos miembros del Partido Acción Nacional (por orden de la propia Organización, que en las Juntas secretas ordena siempre que todos se afilien al partido para controlar Asambleas y votaciones internas), la derrota presidencial no es el peor de los escenarios. Al contrario.
Ahora podrán volver a captar adeptos en preparatorias y Universidades, ante la amenaza de que los malos volvieron al poder. Hay nuevamente adversarios simbólicos. La cruzada ahora es para recuperar el gobierno para los buenos… y el paraíso perdido del presupuesto, desde luego.
Por lo anterior, es momento de tomar el partido y controlarlo de una buena vez. Con Vicente Fox y Felipe Calderón lo hicieron a medias, pues ni uno ni otro eran militantes de la Organización, por mucho y que muchos de sus colaboradores sí lo fueran. Por eso el distanciamiento de ambos, pero sobre todo de Felipe Calderón, quien desde el principio de su gobierno quiso restarle poder a la Organización en el partido, imponiendo a sus amigos Germán Martínez primero y César Nava después en la dirigencia nacional.
Ahora que se ha perdido la Presidencia de la República, el Yunque quiere retomar al PAN. Vaya, no importa la derrota si el partido es el medio para reconquistar conciencias perdidas. Hay otra vez motivos para luchar. La Coparmex nuevamente tendrá combativos dirigentes. El Comité Nacional Pro-Vida nuevamente convocará a Cursos y conferencias. La Unión Nacional de Padres de Familia nuevamente afiliará a centenas de miembros que protesten porque desde la SEP se quiere controlar y adoctrinar a los chamacos. En la UPAEP nuevamente se llenarán las conferencias y análisis de Don Manuel Díaz Cid. Todo vuelve a la normalidad.
Por eso Juan Manuel Oliva, ex Gobernador de Guanajuato y hoy líder visible de la acción política del Yunque en el PAN (junto con Marco Adame, pero éste ya no tanto, porque aún rumia su derrota en Morelos), recorre el país haciendo reflexionar a los desorientados panistas –del Yunque- que la orden es no dejarle el control del Partido a Felipe Calderón. El PAN es del Yunque y de nadie más. Y máxime que ahora hay nuevamente causa por la cual luchar.
En Puebla es más que visible la maniobra: Tanto Juan Carlos Mondragón como Eduardo Rivera, fieles soldados del Yunque (obedientes hasta la ignominia) han recibido ya la orden de no apoyar la intentona de Calderón de adelantar la Asamblea Nacional para cambio de dirigencia. Gustavo Madero seguirá en el cargo. Y no tanto porque sea un gran Yunque, sino porque es el tonto útil para que le prepare el terreno al propio Oliva y en 2013 sea él y no otro el Presidente del CEN blanquiazul. Más claro ni el agua.
Lo que llama la atención es que el Gobernador Rafael Moreno Valle juegue ahora en esa pista del circo panista. Vaya, que haya decidido apoyar a Madero y con ello al Yunque contra Felipe Calderón. Se entiende que el Presidente ya está en el declive de su poder y pronto ni los panistas lo pelarán… pero aliarse con el Yunque no suele ser una buena idea. Sobre todo porque también en esa Organización desconfían de Moreno Valle y viceversa. ¿Hasta dónde y cuándo llegará esa alianza?
Yo creo que hasta que el Gobernador logre ganar las candidaturas a la (s) Alcaldías y Diputaciones de Puebla que le interesan. Y él dejará que el Yunque poblano siga controlando al partido. Esa es la negociación.
Y en el PAN de los yunquistas no puede haber mejor transacción: Dejarle candidaturas con la posibilidad de que les dé algo de presupuesto, y ellos seguir controlando al PAN en su nueva cruzada por la restauración del gobierno de los buenos. Desde luego nadie está seguro de que la otra parte cumpla su parte de la negociación. Porque tanto el Yunque como el Gobernador pueden (y lo harán) traicionar al otro, tarde o temprano.
Pero por el momento es el mejor escenario para todos. El PAN del Yunque tiene otra vez motivos para luchar y ganar adeptos. Moreno Valle quiere ganar elecciones y preparar su ascenso a proyectos nacionales (y hacer su cochinito también, claro). El PAN nacional necesita de Gobernadores de su partido que le den algo de presupuesto para sobrevivir y éstos tienen (todos) sueños de ser el próximo candidato presidencial.
Eso es lo que estaremos presenciando en los próximos meses.
¿Quién dice que la derrota panista en la Presidencia era el peor escenario?
Quizás para Calderón, no para los juramentados. Y tampoco para algunos Gobernadores.
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